Es obvio que la empresa no se hace responsable de lo que se publica en su plataforma. Apelan a la ética de los usuarios. Nunca he entendido eso. ¿Le doy un altavoz a alguien pero no me responsabilizo de su uso? El principal atractivo del juego es precisamente lo que lo hace temible. Como era de esperar, los niños, aprovechan el anonimato, no con fines de cortejo, sino para burlarse, mofarse, en definitiva, para acosar a otras personas, con frases que pondrían los pelos de punta a cualquier padre. La mayoría de ellas humillan inmisericordes a sus compañeros. No es necesario decir que a esa edad la personalidad de los jóvenes es más que vulnerable.
Me preocupa que alguien pueda querer destrozar a otra. Máxime a estas edades. Cuando alguien humilla a otro, no obtiene ningún beneficio, simplemente se hincha su ego de imbécil. Me aterra que mis hijos participen en esta orgía de desprestigio. Y me preocupa tanto que sean las víctimas... como los verdugos. Nadie está libre aquí. Es cierto que como padres intentamos estar lo más pendientes de nuestros hijos, pero es evidente que ellos van siempre uno o dos pasos por delante. Nuestros hijos han nacido con la última tecnología en la mano y, muchas veces, no saben distinguir entre vida real y virtual.
Algunos dirán —y con bastante razón— que los jóvenes de ahora tienen una mínima tolerancia al fracaso. Es lo normal cuando tienen todo incluso antes de pedirlo. Otros añadirán que los jóvenes son cada vez más crueles, y no les faltará razón. Por supuesto, el Estado solo sabe luchar contra estas lacras mediante grandilocuentes campañas que no tienen ningún éxito. Llámenme iluso, pero ¿y si recuperáramos aquello tan antiguo de educación y respeto?Piensen.
Sean buenos.Doña @BeatrizBagatela nos propone como canción regalo Te lo digo a ti. Que haces de esta farsa tu comedia y te haces fuerte en la viñeta donde no quiero entrar yo. Con todos ustedes: ¡Vetusta Morla!
https://www.youtube.com/watch?v=KscXQCPlG2I