Con su martillo mata- jötnar Mjölnir, Thor se alza como el æsir más icónico, a pesar de no ser el Padre de Todos ( Alföðr). Él protagoniza varias de las aventuras de la literatura nórdica y es la principal línea de defensa contra las amenazas de los dioses y los hombres. Con todo, aunque no sea un personaje difuso como los troles o los elfos, tenemos una imagen limitada de Thor que conviene revisar para saber quién y cómo es.
Thor se presenta uniformemente como el dios de la tormenta, el trueno y la guerra, el más fuerte de los æsir y el matagigantes protector de la humanidad. Además, como se cuenta en la saga de Bárðar Snæfellsáss y la saga de Erik el Rojo, era pelirrojo. En el Þrymskviða, donde se vio obligado a vestirse de novia, añade que tenía barba. Este poema resalta su masculinidad y gran apetito, pues se zampa un buey en el banquete, rasgos que debe ocultar cómicamente. Aunque en el Gylfaginning es incapaz de beberse completamente un cuerno de bebida, levantar en peso a un gato o vencer a la anciana Elli, realmente realizó hazañas que destacaban su apetito y su fuerza: el cuerno estaba conectado al mar, provocando las mareas, el gato era realmente la enorme serpiente Jörmungandr y la anciana era la edad, a quien ni los dioses pueden vencer. A todo esto hay que sumar que su nombre tiene relación etimológica con el trueno y se considera un equivalente a dioses del trueno de otros panteones, como Zeus y Teshub, que se enfrentaron a grandes serpientes o dragones.
Dicho esto, Thor no se limita a esas características. Esta es una cuestión que no se aplica solo a él. Cuando en un ámbito popular se comparte información sobre la mitología o la cultura en general de un pueblo, o se simplifica para sintetizar los puntos clave o se describe la situación en una zona y rango temporal concretos. Incluso en el ámbito académico, los detalles sobre la mitología nórdica están limitados por las propias fuentes. Las fuentes escritas recogían mitos transmitidos oralmente durante siglos, que podían altearse voluntaria o involuntariamente. Además, antes de convertirse en religión oficial, que ocurrió siglos previos a la escritura de estos textos, el cristianismo pudo influir sobre estos relatos. Solo la rigidez de la poesía escáldica pudo conservar prácticamente intactos los detalles de estos mitos, pero estos son más escasos en esta fuente. Lo mismo ocurre con los hallazgos arqueológicos más antiguos, que suelen ser crípticos para los inexpertos. El análisis de estas fuentes y el contraste con otras posteriores permite distinguir hasta cierto punto qué era propio de los mitos nórdicos y qué ha sido una influencia cristiana. Aún así, se debe tener en cuenta que no se tratan de relatos estandarizados. Un antiguo islandés no tenía que ver a Thor de la misma manera que un escandinavo. Lo mismo ocurre si se comparan distintas épocas. De hecho, seguro que conoces ejemplos más cercanos donde ocurre esto, como La Cenicienta o La bella y la bestia.
Etimología
Etimológicamente, el nombre de Thor ( Þórr) proviene del protogermánico*Þunraz, asociado con el trueno. Podríamos dar el caso por cerrado y asumir que Thor está relacionado con el trueno y siempre lo ha estado. De hecho, en la fíbula de Nordendorf I del siglo VI d.C., aparecen los nombres Logaþore, Wodan (Odín) y Wigiþonar. La aparición de Þórr en el último nombre podría indicarque ya entonces ese dios, equivalente a Thor, estaba vinculado al trueno, aunque se desconoce si era una personificación de este(1). Sin embargo, el uso cotidiano podía desvincularlo y referirse simplemente al dios. Un ejemplo más cercano lo tenemos en el dios romano Júpiter, que proviene de dyu-piter ("el padre de la luz"), como ocurre con el griego Zeus pater o el védico Diaus Pitar, sin que estos sean necesariamente idénticos ni sus funciones deban girar predominantemente en torno a la luz.
Como prueba de esto, en Islandia no hay cognados de Þórr con el significado de "trueno", a diferencia de en Dinamarca o Noruega. En su lugar, en varios de estos idiomas, incluido el islandés, el trueno está enlazado con el carro y el ruido que produce. En Islandia, este carro no tenía que ser divino y, en Suecia, el carro podía pertenecer a cualquier dios, como Freyr, Freyja, Baldr o Lýtir, entre otros. Es el Noruega donde el carro atronador sí es de Thor. Al estar aislada, en Islandia, el dominio de Thor era el tiempo atmosférico en general, desde el viento y las nevadas hasta el despeje de las nubes.
Piedras de rayo y el Mjölnir
Ocurre lo mismo con las piedras de rayo, aparentemente desconocidas en Islandia. Estas piedras se han relacionado con el lanzamiento del Mjölnir, pero no hay pruebas convincentes de ello. Tanto en Escandinavia como en Islandia había armas arrojadizas, por lo que no parece descabellado que se incluyan en los mitos.
Igualmente, aunque se diga que el martillo vuelve a las manos de Thor en el Skáldskaparmál para reflejar que las piedras de rayo incrustadas en la tierra vuelven a emerger, no hay pruebas contemporáneas que corroboren esta afirmación. Esta habilidad solo se presenta aquí y en el Þorsteins þáttr bæjarmagns, donde además el martillo es infalible.
A pesar de las explicaciones sobre el tamaño del mango del Mjölnir (un fallo en la forja provocado por Loki en el Skáldskaparmál y su rotura en una pelea en Gesta danorum, donde era un garrote), en una piedra rúnica de Västergötland ocupa casi 2,5 metros. Se ha especulado mucho sobre el significado del mango corto, desde una mofa a su virilidad a señalar una limitación como las de otros æsir, como Odín y Týr, tuerto y manco, respectivamente.
Los golpes del Mjölnir suelen imaginarse con potentes chispas, como un equivalente a los rayos de Zeus. Por equivalencia con otros dioses y a través de distintas etimologías se ha relacionado con los rayos, pero, aunque son hipótesis no necesariamente descartables, la interpretación de su nombre como "demoledor" es más segura, pues precisamente el uso que se le conoce, aplastar a sus enemigos.
Uso del trueno
En la Edda prosaica, una de las fuentes más importantes en los mitos de Thor, solo usa el trueno una vez en el Haustlöng del escaldo noruego Thjódólfur úr Hvini, dentro del Skáldskaparmál, donde mata al jotunn Hrungnir. En el prólogo de la Edda prosaica, el único descendiente de Tror, como llama al análogo de Thor, asociado con el trueno es Loriði. Por otra parte, en el relato de Útgarða-Loki en el Gylfaginning, es causante de las mareas y de alterar una cordillera, pero no usa el trueno, aunque supuestamente está tan ligado a él. En la Edda poética, aunque hay poemas sobre Thor, las únicas referencias claras al trueno es como heraldo de las valquirias.
En cambio, en el Lokasenna y el Þrymskviða, tenía el poder de temblar la tierra, como el jotunn Skrýmir y Loki. En el Lokasenna se señala que hace temblar las montañas al volver a casa. El significado es ambiguo, pues podía interpretarse literalmente, pudiendo implicar una avalancha o posiblemente un terremoto, o aludir al trueno. En el Þrymskviða, Freyja intercambia posiciones con Thor, siendo capaz de hacer temblar el salón de los æsir de un bufido cuando Thor quiere darle una orden. En el mismo poema, cuando Thor se dirige con sus cabras a la casa del jotunn Þrymr, las montañas se rompen ardiendo en llamas, como una erupción volcánica. Por otra parte, los ronquidos sísmicos de Skrýmir (Útgarða-Loki) podían ser una mofa que ridiculizara los poderes de Thor, una forma clara de probar que podía hacer lo mismo pero mejor.
Pero, a pesar de todo, esto tampoco quiere decir que Thor sea un dios de la tierra. El uso de acciones superlativas, como hacer temblar la tierra o el cielo, son símbolos de poder y autoridad. Lo que realmente representa a Thor es la fuerza y el poder con la que cumple sus hazañas, como cuando Thor va a pescar ballenas y saca a Jörmungandr, la serpiente que rodea el mundo. De igual manera, sus intervenciones destacan su papel como protector, tanto de los dioses y humanos en general, como de las mujeres en particular, actuando en base a los códigos de honor establecidos. Esto se muestra en el Lokasenna, donde interviene cuando Loki insulta a su esposa Sif; en el Alvíssmál, donde protege a su hija del dvergr Alvíss, o en el Völuspá, donde evita que un jotunn se case con Freyja. En todos estos casos, aparece y actúa inmediatamente cuando se le necesita
Debido al interés en la mitología nórdica en los siglos XIX y XX, la imagen que tenemos de Thor se ajusta a las convenciones presentes en esa época, cuando se popularizó en Europa en la búsqueda de una identidad propia, alejada del clasicismo. Este interés partía de Alemania que, en el siglo XX, promovió los mitos nórdicos, interpretados como si fueran teutones, con una función propagandística, tanto política como religiosa, que rechazaba las influencias externas y buscaba la pureza alemana. En consecuencia, solemos ver a Thor como un soldado medieval, con su casco y sobreveste, y un cuerpo de culturista. Pero, dejando de lado que se puede ser extremadamente fuerte sin ser esbelto, la imagen de Thor no era estable. Con frecuencia, el único detalle que lo distingue es su martillo. Ni siquiera la barba era un rasgo constante.
- Taggart, D. (2017). How Thor lost his thunder: the changing faces of an Old Norse God. Routledge.