Esta última semana ha aclarado pocas cosas por la parte dónde todos los focos alumbran, la zona alta de la Premier, la lucha por el título sigue siendo cosa de tres (incluso los gunners se han acercado más), y la cuarta plaza esta muy disputada, pero por debajo ha habido una serie de resultados que ha cortado la tabla, dejando a 4 equipos para 3 plazas. Los Wolves han cerrado su mejor semana con el empate en Villa Park y la victoria ante los hammers en el aplazado, al igual que los latics consiguieron distanciarse con ese gol tan celebrado de Hugo Rodallega, aunque mucho mérito de ese gol lo tuviese la joven promesa, Víctor Moses.
El caso es que nos hemos quedado con un Portsmouth hundido y pronto descendido matemáticamente, junto a él, Burnley y Hull City (curioso, o no, que los tres han cambiado de entrenador) con 24 puntos y a tiro de piedra el West Ham con 27 y con una racha de 5 derrotas consecutivas, la misma que los tigers.
Y observando el calendario las cosas no pintan muy bien para los clarets, que desde la marcha de Owen Coyle solo han ganado un partido y parece que el fortín de Turf Moor no sera suficiente porque la losa de ninguna victoria de visitante pesa demasiado y aun falta que visiten la ciudad más pequeña de la Premier, equipos como el Manchester City, Liverpool o Tottenham.
En una situación muy similar, y con la misma losa de 0 victorias fuera de casa, se encuentra el Hull City, recién destituido Phil Brown (el verdadero creador del milagro tiger) esta por ver si el ex-QPR, Iain Dowie, es el revulsivo que se necesita, por lo pronto la derrota con remontada incluida que sufrieron en Fratton Park no parece que sea el mejor indicador de que las cosas vayan a cambiar. Aunque la diferencia con sus predecesores en la clasificación es que tienen un partido menos (el Aston Villa debe visitar el KC Stadium), y el calendario parece más benévolo con la causa de salvar al equipo de Paul Giblin.
Dentro de un par de jornadas hay un Hull City – Burnley que decidirá muchas cosas, y del que estarán muy pendientes en Boleyn Ground, y es que los hammers no están para tirar muchos cohetes, la plantilla es mejor que la de sus competidores (pocos discuten la calidad de Carlton Cole, Scott Parker, Matthew Upson o de uno de los mejores portero ingleses, Robert Green) pero los resultados no acompañan a los de Zola, que están acusando en exceso la plaga de lesiones que sufren desde hace un par de temporadas.
Y ya un tema aparte es lo del Portsmouth, un equipo que descenderá matemáticamente en 2-3 jornadas y que debe estar más preocupado de garantizarse un futuro en Championship vendiendo jugadores (y eso que tiene un porcentaje muy alto de jugadores cedidos) y de su sueño en Wembley, donde volverá dos temporadas después a jugar las semifinales de la F.A.Cup.
En la acera opuesta, la de la difícil y larga Championship, están esperando clásicos como el Newcastle o WBA que tiene el ascenso directo casi en la mano, tras estar solo un año en el purgatorio. La otra plaza (la que se decide con el Play-off en Wembley) sera más difícil de pronosticar, pero puede acabar con el camino del Nottingham Forest por las catacumbas de la Football League.