Formación del grupo en Prey:
- Johan Edlund (Voces y guitarras)
- Thomas Petersson (Guitarras)
- Anders Iwers (Bajo)
- Lars Sköld (Batería)
Publicado en un ya lejano 2003, fue la continuación de Judas Christ, un álbum en el que los suecos indagaban en el rock gótico, dejando de lado la épica de trabajos como Wildhoney o A Deeper Kind Of Slumber, pero con resultados irregulares donde convivían hits de indudable valía con composiciones de relleno. Por fortuna, Prey consigue potenciar las virtudes de aquel y corregir parte de sus defectos, erigiéndose como una recuperación de identidad y de calidad, para salir de la autocomplacencia en la que estaban cayendo.
El disco comienza con uno de los platos fuertes del mismo, pues 'Cain' es uno de sus temas más destacados en los últimos tiempos. Las voces graves y lúgubres de Edlund son la guinda perfecta a una instrumentación afilada y tétrica, creando unas atmósferas realmente espeluznantes. Aparecen algunos elementos electrónicos en una de las partes centrales de la canción, pero no desentonan en absoluto. Tras un breve corte instrumental con poco que aportar, llegamos a 'Wings Of Heaven', de inicio acústico, sosegado, y que rompe la calma con un explosivo estribillo que dota a la composición una clara vocación de hit. Un dulce envenenado para los oídos del público. En esa tesitura se mueve 'Love In Chains', aunque aquí comienzan con fuerza desde los compases iniciales y a través de riffs cortantes. El estribillo cumple sobradamente con su cometido, con unas líneas vocales graves y melódicas. 'Divided' cuenta con la colaboración de Sonja Brandt, quien aporta su voz para crear un dueto con Edlund, algo que se repetirá en ' Carry Your Cross And I'll Carry Mine', aunque esta vez con melodías mucho más conseguidas, y siendo bastante más llamativa para el público. 'Triple Cross' es un interludio instrumental sirve para cerrar la primera parte del disco.
La banda abre fuego en la segunda mitad del disco con la potente 'Light In Extension', bien ambientada además por sus teclados. Edlund utiliza unas voces más asperas y pasadas por ciertos filtros que le aportan una mayor agresividad, sin embargo, los estribillos sus líneas vocales son algo más suaves y armoniosas. 'Prey' es una pieza delicada y casi susurrada, una calma que se extiende hasta 'The Garden Of Heathen', y que se ve pronto alterada por la contundencia guitarrera de 'Clovenhoof'. 'Nihil' está liderada por unos buenos pianos que guían sin tapujos la canció por senderos espinosos, intrigantes y ciertamente oscuros. A eso contribuyen las voces de Johan. Para el final nos obsequian con 'The Pentagram', una composición extensa, rica en matices instrumentales, y con textos de Aleister Crowley, un referente para el líder de Tiamat. Ni que decir tiene que las influencias de Pink Floyd están presentes a lo largo de todo el corte.
Prey es uno de los mejores trabajos de Tiamat en su carrera. Poco comparable eso sí, a discos como Wildhoney, A Deeper Kind Of Slumber o Clouds, por evidentes diferencias sonoras, no tanto por calidad, sin embargo fueron capaces de labrar un disco de rock gótico de gran valía, y sin duda de lo más destacable que han compuesto en los últimos tiempos.
Mi puntuación: 7'5
Tracklist:
- Cain
- Ten Thousend Tentacles
- Wings Of Heaven
- Love In Chains
- Divided
- Carry Your Cross And I'll Carry Mine
- Triple Cross
- Light In Extension
- Prey
- The Garden Of Heathen
- Clovenhoof
- Nihil
- The Pentagram