Frente al desánimo que interesadamente se ha venido propiciando especialmente a partir de Copenhague, entre los negociadores todavía hay quien cree en el proceso... aunque sea sólo por verguenza, como declaraba off the record un "ansioso delegado": "tras casi tres años de negociación, no puedo volver a mi capital –después de Cancún– sin nada que mostrar".
Ver amplio seguimiento en "Boletín de Negociaciones de la Tierra"
Dos delegados (¿ansiosos? durante la reunión de Tianjin
