La Reina Mary siempre había admirado una tiara de su abuela, la Princesa Augusta de Hesse-Kassel, que le había sido regalada con motivo de su matrimonio con el Duque de Cambridge.
Augusta de Hesse-Kassel, Duquesa de Cambridge
La tiara fue heredada por su hija la Princesa Agusta de Cambridge, Gran Duquesa de Mecklembrugo, tia de la Reina Mary.
La Gran Duquesa Augusta con la tiara original
La Gran Duquesa de Mecklemburgo, "tia Gussie", prestó en alguna ocasión la tiara a su sobrina, la Reina Mary, ya que sentia admiración por la joya.En 1913, la Reina encarga a la joyeria Garrard una tiara igual a la de su abuela, utilizando diamantes y perlas que eran de su propiedad.
La tiara se convertirá en una de las preferidas de la Reina Mary, existiendo bastante documentación gráfica y pinturas en las que es representada con la Tiara Cambridge.
La Reina con la tiara realizada en 1913
Oleo que representa a la Reina Mary adornada con perlas y con la tiara
A diferencia de la tiara original, a la realizada por Garrard se lo podía eliminar la fila superior de perlas, como se puede ver en la siguiente imagen:La Reina Mary acabaría legando su preciada joya a su nieta Isabel, que la usaría sin la fila superior de perlas.
La Reina Isabel luciendo la Tiara Cambridge
La Reina Isabel cederá el uso de la tiara a la Princesa Diana, con motivo de la boda con el Príncipe de Gales en 1981.
Lady Diana Spencer, Princesa de Gales, con la tiara
La Princesa Diana usará con mucha frecuencia la tiara, y años después comentará que la primera vez que la usó, el movimiento de las perlas, le produjo un terrible dolor de cabeza.
La Princesa Diana con la tiara Cambridge
La Princesa con sus hijos, los Príncipes Guillermo y Enrique de Gales
Tras el divorcio de los Príncipes de Gales, en 1995, la tiara sería devuelta a la Reina Isabel, y hasta el momento no ha vuelto a ser utilizada.