Revista Opinión
TIBISAY ES UNA VERGÜENZA
A lo largo del tiempo de su gestión prolongada en el Consejo Nacional Electoral, los venezolanos nos hemos venido acostumbrando a la forma grosera, parcializada, y contraria a derecho de Tibisay Lucena, para favorecer los designios de Miraflores. Primero con Chávez en la cúspide de su poder, y ahora con Maduro en el ocaso de su mediocre gestión al frente del ejecutivo.
No hay cosa que pida Miraflores que esta mequetrefe no salga corriendo desesperada para complacer a su amo; y qué diferencia cuando se trata de las solicitudes que hace la oposición. Siempre encuentra, junto a las otras rectoras-militantes del psuv, la excusa ¨perfecta¨ para demorar procesos hasta el infinito, incumpliendo sus obligaciones de ley, para convertirse en la ¨niña¨ de los mandados del poder con su obsecuencia reptil.
En 2016, cuando la oposición democrática reunida en la MUD, con toda razón, y apegada a los términos de nuestra Constitución solicitó la convocatoria del Referéndum Revocatorio, no solo se prestó para toda clase de triquiñuelas, y demoras ilegales, sino que colaboró, o mejor dicho, conspiró, hasta que finalmente el secuestro del poder judicial desde Miraflores, le sirvió en bandeja de plata, a unos jueces penales mediocres y lacayos, evidentemente sin competencia en la materia, para asesinar el derecho del pueblo a revocar la peor gestión y la más corrupta de toda la historia republicana, que ella por cómplice se empeña en mantener a cualquier precio.
Del mismo modo, luego de su complicidad y conspiración para asesinar el referéndum revocatorio, también hizo lo propio para volver a violar la Constitución, impidiendo la convocatoria para la celebración de las elecciones de gobernadores vencidas en diciembre de 2016, a lo cual, se le suma que este 2017 vencen las de Alcaldes, por lo cual, ya debería haber convocado ambos procesos para tranquilidad de todos los venezolanos.
No quiere entender, no le da gana a Tibisay de aceptar que el CNE como poder autónomo existe en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela para hacer elecciones y no para impedirlas. Que su misión en la vida no es la de complacer, y arrastrarse ante Maduro y el psuv, sino cumplir su obligación constitucional y legal.
Ahora, después de haberse pasado muy largos meses demorando cualquier respuesta para la convocatoria de las elecciones regionales a la que tenemos derecho, ha seguido actuando en connivencia con el ejecutivo, esta vez, para ponerse al servicio de la iniciativa de Maduro para solicitar la convocatoria de una asamblea nacional constituyente, saltándose todas las obligaciones constitucionales, como la de la convocatoria a referéndum consultivo al pueblo para que exprese su opinión acerca de si quiere, o no, una nueva constitución, y ayudando al tirano a violar la legalidad –otra vez- aceptando que sea Miraflores quien redacte las bases comiciales de una asamblea Corporativa y malandra para intentar meternos a todos en el puño del dictador.
Ya adelantó opinión, para seguir jalando, y aseguró que la propuesta de Maduro de una asamblea nacional constituyente comporta un mecanismo para garantizar la paz en Venezuela. Qué horror!! Esa convocatoria inconstitucional, lejos de garantizar la paz, por excluyente, solo garantiza la rabia, y la impotencia del pueblo venezolano a decidir su propio destino en un sistema democrático que nos han robado.
Así, la presidente del Consejo Nacional Electoral, incumpliendo sus obligaciones constitucionales, se pone al servicio de la dictadura, y se hace cómplice del asesinato cobarde de nuestros estudiantes pacíficos e inocentes que solo aspiran un país con posibilidades de progreso y desarrollo. Tibisay, qué vergüenza!
Román Ibarra @romanibarra
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