Rápido y certero en sus ataques, el tiburón es el más temido de cuantos animales pueblan los ámbitos acuáticos.
Pez selacio de piel cartilaginosa, perteneciente a la clase de los condrictios, el tiburón surgió en el período devónico, hace unos 340 millones de años. Su morfología se ha modificado muy poco con la evolución, aunque se han perfeccionado sus mecanismos de natación y alimentación. Son característicos de todas las especies, fósiles y actuales, sus dientes afilados.
Existen entre 200 y 250 especies, agrupados en uno o varios órdenes (según los distintos autores). Ciertas especies grandes son las más peligrosas, y algunas de ellas se pescan comercialmente. La coloración de la piel varía del gris al pardo o azulado. Los tiburones presentan frecuentemente manchas, rayas o protuberancias, y sus nombres suelen hacer referencia al color. Se han hallado especímenes de tiburón ballena de hasta quince metros de longitud y varias toneladas de peso; estos tiburones son inofensivos y viven del plancton marino. Las demás especies marinas se alimentan de otros tiburones más pequeños, de calamares, pulpos, peces, de moluscos e incluso de desperdicios. El tiburón blanco, de doce metros es muy voraz y ataca a las ballenas, tortugas, peces grandes y en ocasiones al hombre. La especie más rara es el pez martillo, denominado así por la forma de su cabeza.
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El tiburón macho posee un órgano copulatorio especial, derivado de las aletas pélvicas, mediante el cual introduce el esperma a la hembra. En la mayoría de las especies, las crías se desarrollan en huevos en el interior de la madre. Los tiburones recorren grandes distancias (se han detectado recorridos de 1.600 km en 129 días), y parece que sus movimientos están relacionados con actividades reproductivas o alimentarias, o con cambios estacionales. Algunos penetran en las aguas de los grandes ríos (Zambeze, Tigris, Éufrates, Ganges) y de los ríos pequeños de Australia, Asia, Sudamérica, Centroamérica y sur de Norteamérica. Se conocen especies de agua dulce en los lagos de Nicaragua e Yzabal (Guatemala). Los tiburones de río son especialmente voraces y fieros.
Los tiburones resisten durante períodos largos de tiempo sin comer y en cautividad pueden rehusar alimento. Para descubrir a sus presas se sirven de su sentido olfativo, de su agudeza visual, adaptada a distancias próximas y alejadas y que les permite distinguir objetos móviles por los reflejos de la luz, más que por el color, y de unos órganos receptores en la superficie de su cuerpo que responden a las ondas sonoras producidas por el movimiento. Esta orientación acústica funciona a larga distancia. La especie más temible es el tiburón blanco, que suele verse en las costas atlántica y pacífica de los Estados unidos. En Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y otros lugares expuestos al peligro de los tiburones, las playas están vigiladas y provistas de sistemas de alarma. Además del tiburón blanco, son peligrosos el tigre, el azul y el martillo. Cuanto mayor es su tamaño, más potente es su ataque, pero también hay que cuidarse de los pequeños. En las regiones tropicales atacan durante todo el año, pero en las templadas lo hacen principalmente en verano.
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