Revista Opinión
El Gobierno está que no sabe si hacerse la respiración artificial o un estiramieno facial. El caso es que por unas causas, y por las mismas, está en pleno desplome. La forma en que gestiona la "cosa pública" es percibida por la mayoría ciudadana como improvisada y caótica. Sobre todo "improvisada".
Los resultados de Metroscopia preven para el Partido Socialista sus peores resultados: una ventaja del Partido Popular de 18,8 puntos. La debacle.
Los retratos que hacen del Gobierno la diplomacia estadounidense, conocidos a través de los documentos de Wikileaks, en algunos casos les dejan bastante desfavorecidos, por mucho que se empeñen en mantener que solo son opininiones personales e individuales.
Desde el "No fiable. Dejó mal sabor de boca", refiriéndose al Ministro Blanco, hasta el "bravucón con sus interlocutores" cuando hablan del exMinistro Moratinos, pasando por "un sabueso mediático pero impredecible en la escena política española" cuando describen a José Bono.
Son malas épocas para los socialistas y están perdiendo los papeles de tal forma que les salen algunos, y muy peligrosos por cierto, tics autoritarios.
El otro día era el Presidente del Congreso, monseñor Bono, que echaba con cajas destempladas a unos activistas prosaharauis y les mandaba directamente a comisaría.
El sábado toman una peligrosísima decisión declarando el estado de alerta y militarizando el tráfico aéreo, para resolver un problema laboral, gravísimo sin duda, con un sector, en conflicto: los controladores. Ya me manifesté muy preocupada por la adopción de una medida tan extrema como lo es el declarar el estado de alarma.
Pienso, y estoy convencida, que al Gobierno siempre le ocurre lo mismo. No maneja adecuadamente el tempo y eso en política da unos malos dividendos. Retrasar las decisiones, bien por debilidad, bien por prepotencia al no querer oír otras voces críticas, tiene estos resultados.
Por eso yo me pregunto el porqué se ha llegado a esta situación y desde el mes de febrero no han avanzado en la negociación con los controladores. Pregunta que me encantaría hacer al Ministro de Fomento. También me empiezo a preguntar si desde el punto de vista jurídico es implecable la medida
Si, son malas épocas para los socialistas y entre las políticas neoliberales que están adoptando y esos tics autoritarios, me dan un poco de resquemor. Claro que miro a Rajoy y sus populares y ya directamente me pongo enferma.
Sólo se me ocurre terminar pidiendo una reforma urgente de la ley electoral para que otras opciones de izquierda tengan la justa representatividad en el Parlamento.
¡Malos tiempos!