En el mundo en el que vivimos, la sociedad en la que nos movemos, donde la gran mayoría de padres y madres trabajan fuera de casa, parece ser que ya no nos queda tiempo para dedicar a nuestros pequeños, vamos rápido, no hay ocasiones para hablar, siempre tenemos prisa y el estrés nos consume la paciencia. Los ladrones de tiempo (entendamos por ladrones twitter, facebook, whatsapps y un largo etcetera de aplicaciones y otros menesteres) junto al estrés al que me refería provocan que en muchas veces perdamos de vista que en cuanto a la educación de nuestros hijos se refiere necesitamos precisamente: tiempo y paciencia. Y tiempo ... tenemos, aunque sea poco.
¿Qué significa tiempo de calidad?
Pero ¿qué significa tiempo de calidad para cada uno de nosotros? Probablemente cada uno de tenderemos una idea concreta y esta puede diferir a la de otra familia pero seguro que encontraremos puntos en común como por ejemplo que el tiempo de calidad con nuestros hijos consiste en escuchar activamente y tener conversaciones genuinas. Sentarnos con ellos y leerles, sentarnos y conversar, dar un paseo o llevarles al parque a jugar, interesarnos por todo lo que hacen. Sí, claro, fantástica idea. Pero no siempre es posible dedicar estos espacios por lo que tampoco debemos menospreciar ni sentirnos culpables por el simple hecho de estar con nuestros hijos haciendo otras tareas, este tiempo también es de calidad si sabemos transmitir la importancia de hacer cosas juntos en beneficio de la familia.
Hay quien no tiene más remedio que hacer estas tareas mientras está con sus bebés o niños. Por eso me preocupa que entre todos estemos transmitiendo una idea equivocada de lo que significa pasar tiempo de calidad con nuestros hijos. Tiempo de calidad no es estar permanentemente jugando con ellos, aunque el juego es fundamental. Tiempo de calidad es apreciar el tiempo que compartimos, haciendo lo que sea.
Buscando información para escribir este artículo encontré esta frase que me encantó, ya que venía a decir lo que yo entiendo por tiempo de calidad.
Si tenemos en cuenta que las personas aprendemos por imitación, y los niños todavía más, pues centran sus cinco sentidos en absorber el mundo que les rodea, deberíamos considerar tiempo de calidad todo aquel tiempo que compartamos con los niños. (http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/tiempo-de-calidad-o-cantidad-de-tiempo)
Lo que quiero decir es que casi cualquier interacción puede convertirse en un tiempo de calidad si se cumplen las siguientes condiciones:
- involucramos al niño
- y le proporcionamos la motivación suficiente para que sea algo que quiera hacer.
Por ejemplo:
- poner la mesa mientras hablamos de cómo colocar los cubiertos o de lo que hemos preparado para cenar. La conversación puede girar entorno a cualquier otro tema.
- Ir de compras al súper mientras le explicamos qué es lo que compramos y por qué
- Hacer las tareas domésticas: limpiar el suelo o quitar el polvo.
- Preparar la comida o la cena juntos.
- Y un largo etcétera de actividades cotidianas que nadie debe menospreciar como sentarse en el sofá con ellos y no hacer absolutamente nada más que estar juntos.
- Tiempo de calidad es aquel tiempo que pasamos junto a nuestros hijos.
- Tiempo de calidad es ayudarles a crecer reforzando los vínculos familiares, involucrándoles en nuestro día a día, en nuestro trabajo y vida social.
- Tiempo de calidad es desconectarnos de las redes sociales mientras estamos con ellos y estar con ellos física, mental y emocionalmente.
- Tiempo de calidad es también poner esa lavadora junto a tu peque mientras te ayuda a su manera a introducir la ropa en ella.
- Tiempo de calidad es todo aquel tiempo que tú dediques a tus hijos con todo lo que significa la palabra dedicar.
El sentimiento de culpa por no tener tiempo o no pasar más tiempo de calidad debe alejarse de tu pensamiento. Céntrate en lo que estás haciendo con tus hijos eso es tiempo de calidad aunque estés fregando los platos o preparando un puré.