Reformas educativas de la República
Se ponen en práctica desde el comienzo implicándose en ellas la alta intelectualidad, -Miguel de Unamuno presidiría el Consejo de Instrucción Pública- dedicando especial atención a la libertad de conciencia del niño y del maestro en materia religiosa, renovaron las Escuelas Normales y dieron gran importancia a la preparación de los maestros, y a sus salarios, Estatuto de Magisterio y a la Inspección primaria como orientador pedagógico, con la idea de extender la Escuela Única.Grandes esfuerzos económicos plasmaron las ideas e intenciones: desde 1902 a 1935 los Presupuestos Generales del Estado se multiplicaron por 5, las partidas destinadas a Instrucción Pública lo hicieron por ocho, el porcentaje del gasto público destinado a educación pasó de representar el 4.2% del presupuesto general en 1903 a representar el 7.2% en 1935… el número de alumnos matriculados en las escuelas nacionales pasó de 2.078.696 en 1930 a 2.502.322 en 1935, en paridad de niños y niñas, logrando una tasa de escolarización del 52.9% en 1934-35…
En 1930-31 había 33.446 edificios-escuelas, la mayoría unitarias, pasando a ser 42.766 en 1935-36, en solo un lustro se habían creado 9.320, más que de 1908 a 1930… el número de maestros pasó de 36.680 en 1931 a 51.593 en 1935… la discriminación de la mujer comenzaba a cambiar, en 1932 se matricularon 30.705 mujeres en enseñanza secundaria, un 26.8% de la matrícula total, (que serán 51.480 en 1939 un 33%) y 2.058 mujeres cursaron estudios universitarios, 6.1% del total. Citado por Estíbaliz Ruiz de Azúa ‘Un primer balance de la educación en España en el siglo XX’.
Otras cifras las facilita Emilio Lázaro Flores en ‘Historia de las construcciones escolares en España’, aunque algo menores, en la misma dirección de esfuerzos. El plan quinquenal que elaboró la República en 1931, estimó en 35.716 el número de escuelas existentes y cifró la falta de escuelas en 27.151, que afectarían a un tercio de población escolar, de las que construyó 16.409 según el decreto de 28-02-1936, aunque pudieron ser 15.000 terminadas.
El sistema educativo de la República, interpretó que condensaba los ideales republicanos de igualdad y libertad, y apostó por el futuro del conocimiento como mejor forma de desarrollo humano, la cultura, educación y la ciencia rompían los lazos que durante siglos mantuvo la Iglesia, a los curas en los púlpitos les salió una fuerte competencia en los maestros de la República, -de abril 1931 a 1935, el número de maestros nacionales creció desde 37.500 hasta 50.500, un 35%-muchos de los cuales eran católicos que asumieron la nueva tarea de alfabetizar y enseñar al pueblo en libertad, ganaron autoridad como colectivo y fueron referente social y político del pueblo (M. Antonia Iglesias) en cuanto institución se convirtieron en una representación funcionarial del nuevo Estado por todos los pueblos de España.
El franquismo desde el primer momento combatió con saña el rastro educativo republicano, particularmente el cuerpo de magisterio, desde el comienzo de la rebelión militar y fascista, soportaron una particular represión y persecución, muchísimos fueron vejados y asesinados en los primeros días, todos fueron apartados de su función y sustituidos por militantes de los ganadores sin mayor titulación que ser falangistas, religiosos, o católicos distinguidos en su apoyo a la rebelión fascista. Los planes republicanos de construcción de escuelas fueron posteriormente utilizados a su conveniencia, al igual que lo fueron los planes de embalses e infraestructuras, naturalmente sin citarlo nunca.
Llegan los bárbaros.
Ley de la Jefatura del Estado español de 20 septiembre de 1938Sobre reforma de la Enseñanza MediaBoletín Oficial del Estado de 23 de septiembre de 1938
El depósito sagrado de la genuina cultura de España, a costa de tanto heroísmo salvado, exige de aquellos que han sido llamados a custodiarlo y a transmitirlo, los cuidados más abnegados y, las más hondas preocupaciones, que han de traducirse, sin vacilar, en primer término, en aquellas reformas radicales que el porvenir de la Enseñanza española imperativamente requiere.
El Nuevo Estado tiene la altísima preocupación de revisar los problemas capitales de orden espiritual, reafirmando el sentido de nuestra tradición con la experiencia de tendencias nuevas, largamente aplicadas en países que ocupan un lugar preeminente en el orden de la cultura.
Esta política en materia de educación ha de tener una expresión legislativa de carácter orgánico que abarque los grados todos y especialidades de la Enseñanza.
Iniciase con la reforma de la parte más importante de la Enseñanza Media -el Bachillerato Universitario- porque el criterio que en ella se aplique ha de ser norma y módulo de toda la reforma, y porque una modificación profunda de este grado de Enseñanza es el instrumento más eficaz para, rápidamente, influir en la transformación de una Sociedad y en la formación intelectual y moral de sus futuras clases directoras. …
dísima para todos los órdenes del saber; el procurar esta formación, camino seguro para la vuelta a la valorización del Ser auténtico de España, de la España formada en los estudios clásicos y humanísticos de nuestro siglo XVI, que produjo aquella pléyade de políticos y guerreros -todos de formación religiosa, clásica y humanística- de nuestra época imperial, hacia la que retorna la vocación heroica de nuestra juventud; …
Consecuentemente, la formación clásica y humanística ha de ser acompañada por un contenido eminentemente católico y patriótico. El Catolicismo es la médula de la Historia de España. Por eso es imprescindible una sólida instrucción religiosa que comprenda desde el Catecismo, el Evangelio y la Moral, hasta la Liturgia, la Historia de la Iglesia y una adecuada Apologética, completándose esta formación espiritual con nociones de Filosofía e Historia de la Filosofía. La revalorización de lo español, la definitiva extirpación del pesimismo antihispánico y extranjerizante, hijo de la apostasía y de la odiosa y mendaz leyenda negra, se ha de conseguir mediante la enseñanza de la Historia Universal (acompañada de la Geografía), principalmente en sus relaciones con la de España. Se trata así de poner de manifiesto la pureza moral de la nacionalidad española; la categoría superior, universalista, de nuestro espíritu imperial, de la Hispanidad, según concepto felicísimo de Ramiro de Maeztu, defensora y misionera de la verdadera civilización, que es la Cristiandad. … Formadas las jóvenes inteligencias con arreglo a estas normas, se habrá realizado, para plazo no muy lejano, una total transformación en las mentalidades de la Nueva España y se habrá conseguido desterrar de nuestros medios intelectuales síntomas bien patentes de decadencia: la falta de instrucción fundamental y de formación doctrinal y moral, el mimetismo extranjerizante, la rusofilia y el afeminamiento, la deshumanización de la literatura y el arte, el fetichismo de la metáfora y el verbalismo sin contenido, características y matices de la desorientación y de la falta de vigor intelectual de muchos sectores sociales en estos últimos tiempos, todo ello en contradicción dolorosa con el viril heroísmo de la juventud en acción, que tan generosa sangre derrama en el frente por el rescate definitivo de la auténtica cultura española….
La España que renace a su auténtico Ser cultural, a su vocación de misión y de ejemplaridad, a su tensión militante y heroica, podrá contar para su juventud con este sistema activo y eficaz de cultura docente que ha de templar las almas de los españoles con aquellas virtudes de nuestros grandes capitanes y políticos del Siglo de Oro, formados en la Teología Católica de Trento, en las Humanidades Renacentistas y en los triunfos guerreros por tierra y por mar en defensa y expansión de la Hispanidad.
Por todo ello, dispongo: Artículo Preliminar:
Los principios fundamentales que informan la presente Ley reguladora de los estudios del Bachillerato son los siguientes:
1º Empleo de la técnica docente formativa de la personalidad sobre un firme fundamento religioso, patriótico y humanístico.
2º Aplicación del sistema cíclico docente para conservar la continuidad sustancial en la progresión de los conocimientos.
3º Como consecuencia lógica de lo anterior, supresión de los exámenes oficiales intermedios y por asignaturas, evitando así una preparación memorística dedicada exclusivamente a salvar estos exámenes parciales con todos sus conocidos inconvenientes.
4º Separación absoluta de las funciones docente y examinadora. … Así lo dispongo por la presente Ley, dada en Burgos a veinte de septiembre de mil novecientos treinta y ocho. Tercer Año Triunfal. Francisco Franco.