«Viernes, 19 de diciembre de 1941
…..La foto muestra al hombre tendido sobre un charco oscuro y un sombrero al fondo. la segunda detalla el cuello ensangrentado de la víctima y un profundo corte. Una tercera revela en primer plano el rostro del Cadáver y la macabra protuberancia carnosa que sobresale de la boca.
…..El resto de fotos no necesita verlas. Deja caer el lote sobre la mesa y descuelga el teléfono.»
De esta forma comienza la nueva novela de Guillermo Galván que nos va a llevar por el Madrid de 1941 que todavía no se ha recuperado de los zarpazos de la guerra, y las heridas de los bombardeos todavía tardarán un tiempo en cicatrizar. “Hace daño descubrir como la miseria se desliza por muros y ventanas y se extiende como una culebra por aceras anegadas de escombros y socavones abiertos en la calzada. Casi tres años después de concluida la guerra, salvo contadas excepciones, la ciudad parece una gigantesca grieta, un pozo de pobreza. Destrucción y mugre, como dos viejas arpías, pasean cogidas de la mano por un territorio que apesta a miedo.” [Pág. 56]
El protagonista es Carlos Lombardi expolicía criminalista y ahora preso político por lealtad a la República, cumple redención de pena en Cuelgamuros trabajando en las obras para el mausoleo del Valle de los Caídos. Pocos días antes de Navidad, Lombardi es liberado inesperadamente y trasladado a las dependencias de la Policía, donde le recibe su antiguo jefe Balbino Ulloa, a quien años atrás ayudó a no ser expulsado del cuerpo facilitándole un improvisado carné del Frente Popular.
La policía del nuevo régimen le necesita para resolver un caso que a pesar de lo escandaloso no se ha filtrado a la prensa: el asesinato de un sacerdote que ha sido degollado, torturado y castrado. El horrendo crimen parece haber sido cometido por el mismo asesino al que Lombardi pisaba los talones en 1936, y que la Guerra impidió que lo arrestase.
“Las víctimas son degolladas, torturadas y castradas, y todas ellas pertenecen al ámbito religioso.”
Pero Lombardi no estará sólo en la investigación ni a la hora de resolver el caso. Una compañera del departamento de Identificación de la Brigada Criminal y un joven periodista serán sus ayudantes. Aquí se ve que Galván hace un acto de ‘política-ficción’, pues ver una mujer policía antes de la transición es impensable. La compañera es Alicia Quirós que se presenta como subinspectora de segunda del cuerpo de Administración, destinada en el gabinete de identificación; y el periodista es Ignacio Mora, que de algún modo, es una suerte de álter ego, dados los largos años durante los que Galván trabajó de periodista.
Un detalle importante de la novela es que Galván no quiere situar el centro de interés solo en la trama policíaca sino contar, “al mismo tiempo, el ambiente que existía, cómo era el país de los años 40.” Conoceremos de las circunstancias que rodean al mundo religioso; incidiendo en la presencia de grupos, que casi pueden denominarse sectas, que empiezan a tener una poderosa influencia en el mundo económico y político; los líos dentro de la Falange y el engendro de las FET y las JONS. El mercadeo de obras de arte, especialmente religiosas, será un asunto tangencial que se trata durante la narración y que también tendrá su peso en una investigación compleja. La influencia de la embajada de Alemania en el régimen, así como los sutiles movimientos de la embajada Británica, pues al autor no se le olvida que la acción transcurre durante la II Guerra Mundial, y en esos momentos las espadas de los contendientes están en todo lo alto, siendo para ellos Madrid un importante centro del espionaje.
Tiempo de siega es el primer libro de una trilogía que, una vez leída, no dejará indiferente a nadie. Un apasionante thriller policíaco y de aventuras con una fuerza y una viveza excepcional.
El autor:
Guillermo Galván nació en Valencia en 1950. Periodista durante más de treinta años, buena parte de ellos en la agencia EFE, aparcó la profesión en 2005 para dedicarse a la narrativa. Es autor de las siguientes novelas: La mirada de Saturno (Premio Tiflos, 1999), El aire no deja huellas (Finalista Premio Rodrigo Rubio, 2001), Aislinn-Sinfonía de fantasmas (Premio Río Manzanares, 2002), De las cenizas (Premio Felipe Trigo, 2003), Llámame Judas (Premio Alfonso VIII, 2005) y Antes de decirte adiós (2010).
El libro:
Tiempo de siega ha sido publicado por el Sello HarperCollins en su Colección Suspense / Thriller. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 478 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo el booktrailer realizado por la editorial.
Para saber más:
https://twitter.com/GuillermoGalvaO