Interrumpimos este mes de marzo a los desvalidos con un control de la realidad de algunos de los sangres azules del baloncesto universitario.
Kansas, Villanova y Duke siguen vivos en el Torneo de la NCAA, listos para inclinar el soporte hacia los favoritos.
Llama a Friday la excepción a lo que ha sido una marcha extraordinariamente exasperante y cargada de malestar. Uno que mostró tres equipos de gran potencia, cada uno lo suficientemente bueno como para ser considerado el favorito si llegan al título nacional.
En el este, Villanova, máxima cabeza de serie, resistió la presión de la quinta cabeza de serie de Virginia Occidental. En el Medio Oeste, Kansas, cabeza de serie, evitó el intento de regreso de Clemson en la quinta cabeza de serie.
El sembrado No. 2, Duke, resolvió la zona de Syracuse, undécima cabeza de serie, para avanzar también y establecer una final regional impulsada por estrellas el domingo contra los Jayhawks.
Orden restaurada en el torneo, al menos por una noche.
“Pero dicen que esta época del año es sobrevivir y avanzar, y que pudimos hacer eso”, dijo el entrenador de Kansas, Bill Self, después de que su equipo aguantara una victoria de cuatro puntos en la región del Medio Oeste.
Villanova se enfrentará al Texas Tech en la final del Este después de que los Red Raiders, terceros sembrados, derrotaran a un segundo equipo de Purdue sin el lesionado titular Isaac Haas.
El este y el medio oeste están en la mitad derecha del tramo de torneos de la NCAA, la mitad que no ha tenido tantas sorpresas. Ese cuarteto de equipos solo hubiera sido para un intrigante Final Four. Incluso Syracuse realmente no cuenta como un equipo de Cenicienta dada su historia ganadora del título.
Los de abajo dominan el lado izquierdo.
No. 3 Michigan es la semilla más alta que queda en esa mitad del grupo y se enfrentará al sembrado No. 9 Florida State en la final de la Región Oeste el sábado. En la final del sur, el noveno cabeza de serie del Kansas State se enfrentará a la undécima cabeza de serie, Loyola-Chicago, y a su estrella de redes sociales y capellán de exploración, Hermana Jean, de 98 años. Es el tipo de cuarteto que podría encontrarse en algún torneo fuera de conferencia de principios de temporada celebrado en Hawai.
Ningún favorito se siente seguro nunca más en las NCAA luego de que la UMBC ganara históricamente el primer sembrado número 1 de Virginia, la decimosexta cabeza de serie, la semana pasada en la primera ronda.
“No me sorprende que haya pocas semillas aquí. Es decir, las cosas suceden”, dijo el entrenador de los Ramblers, Porter Moser, sobre el Elite Eight. “Están encontrando formas de ganar, y las cosas suceden en esta época del año, especialmente cuando se tiene un grupo que simplemente cree y que ha hecho algunos tiros realmente arriesgados”.
El guardia de Kansas Devonte ‘Graham dijo que todas las sorpresas han ayudado a su equipo a evitar pasar por alto a los oponentes.
“Pero también sabemos que tenemos que estar enfocados”, agregó Graham. “Si fallamos y no venimos preparados, será el final de la temporada”.
Bajo presión, Kansas pasó su prueba, al igual que Villanova.
Los Wildcats siguieron una fórmula familiar, disparando sobre Press Virginia desde el arco de 3 puntos para superar 16 pérdidas de balón.
Villanova no se debilitó ante la presión. El entrenador Jay Wright decidió atacarlo de frente.
“Así que cuando comencé a ver películas, pensé, amigo, este es un enfrentamiento difícil”, dijo Wright, “y si sobrevivimos a esto, somos un equipo bastante duro mentalmente, y esto va a ser como un viejo- escuela, juego de grind-out “.
Duke también hizo lo que se espera de un favorito del torneo, superando a Syracuse gracias en parte a su decidida ventaja de talento. No es una tarea fácil, por cierto, después de que la zona 2-3 de Orange derrotó a Michigan State en Detroit en la segunda ronda.
Tal vez sintiendo el calor, el entrenador de Duke, Mike Krzyzewski, se quitó la chaqueta y la tiró al suelo en señal de frustración luego de pedir un tiempo muerto en el inicio de la segunda mitad para desacelerar una carrera de Syracuse. Con el tiempo, el mejor jugador de la cancha, Marvin Bagley III de Duke, se hizo cargo de la cancha. Tuvo 13 de sus 22 puntos y ocho de sus nueve rebotes en la segunda mitad.
“Ese fue un juego difícil para ser parte. Vino por el cable”, dijo Bagley.
Pero para al menos un juego más, prevaleció la semilla más alta, la cordura gobernando en un Viernes relativamente humilde.
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