Tiempo en familia

Para usted papá y mamá, en su gran mayoría modernos o simplemente actores de una época donde se vive a gran velocidad social, ¿qué significa tiempo en familia?

Es común escuchar en consulta a los padres de familia de hijos con algún tipo de situación especial, sobre uno de los motivos por los que la familia se encuentra en crisis: la falta de comunicación y la poca o nula existencia de un vínculo afectivo entre los miembros principales (papá y mamá) cuando se refiere a una relación de tiempo de calidad.

 La relación tiempo – interés por lo general se centra en los beneficios individuales de cada uno de los miembros de la familia, por ejemplo se asiste a una obra de teatro porque la esposa así lo desea solamente, o a un partido de baloncesto porque el esposo es el único fanático de uno de los equipos participantes, sin embargo permanece desapercibido el hecho de que cuando se participa de una vida en familia, encontrar el sentido a cada una de las actividades para aprovecharlas con las personas queridas representa en ocasiones el mayor reto de todos, tal vez porque suponemos que todos pasamos tan ocupados como para dedicar un tiempo adicional del que podemos dar en satisfacer las necesidades de todos los miembros, por poner un ejemplo: en ocasiones la esposa llega al hogar luego de un día de trabajo y requiere de la atención del esposo para conversar sobre una situación que la está afectando, sin embargo su pareja no dedica tiempo para escucharle en consignación de que probablemente amerite hacerlo, pero no lo hace como  debido a que no es de un interés directo hacia él.

Tiempo en familia significa desprenderse de los roles preestablecidos, de los paradigmas entablados en las reglas mentales, de las limitaciones del hogar, del estrés laboral, de la fatiga innecesaria, del cansancio emocional, y enfocar el potencial como padres y madres en la elaboración de planes de vida con los hijos y con la pareja. Antes de poder ser padres incluso, debemos aprender, aunque suene irracional, a ser hombres y mujeres que vivan el hoy. Antes de ser proveedores es necesario iniciar un concepto integral sobre el valor que tienen como personas, la importancia de vivir cada día como complemento de un proyecto de sensibilización de las emociones, vivir las emociones, reconocer las necesidades que poseo, la de las demás personas, el compromiso y responsabilidad dentro del marco social y finalmente llegar al contexto familiar; comprender a la pareja como una extensión voluntaria de mi persona que comparte metas, que merece respeto y el tiempo para ser escuchado o escuchada, que la valoración que yo haga sobre la pareja sea en la medida una representación del compromiso en ayudar a mejorar y de cómo en conjunto tenemos la obligación, pero por sobre todo el deseo amoroso de acoger a una criatura que se procreo en conjunto, y la cual se le debe estimular a través de todos sus sentidos como una persona capaz de transformar las experiencias en conocimiento, que no necesariamente requiere de una lógica cognitiva, como lo es el amor, el cual se demuestra con detalles, con cariño, con el rompimiento de las actitudes premeditadas y se cuida con la dedicación real y espontánea hacia los seres que se ama.

Por tanto, actos de desinterés y amor relacionados con el crecimiento familiar no deben tener menor motivo en los corazones de los padres y de los hijos que el de inculcar el desprendimiento del egoísmo de los intereses personales y anteponiéndolos por el crecimiento familiar, siendo ésta la mayor satisfacción que se crea, propiciando vínculos de confianza, responsabilidad, tolerancia, paciencia, amor, comprensión, diálogo, entre otros valores fundamentales.

La expresión del amor entre los miembros de la familia se traduce en un nivel mínimo de comunicación, sea para liberar estrés, agradecer, elogiar o comunicar acerca de las necesidades en conjunto del núcleo familiar, las cuales se abordan con tiempo de calidad…