Tiempo: Un sentido en el que nunca lo has interpretado

En mi artículo sobre metas: Metas… El Secreto Para Alcanzarlas  te sugerí acciones a realizar, con ese objetivo.

Podrás escuchar innumerables definiciones de Metas. Lo importante es la etimología de esta palabra.

Meta quiere decir: “Más allá” o “Después De”. “Más allá” de donde estás en el momento en que la declarás (y usá este verbo y no otro porque declarar crea una realidad) y “después de” este momento, de que hagas un camino hacia ella. Se refiere adónde querés llegar, lo que te aclara que hablamos de “más allá” o de “después de”.

En ambas expresiones está incluido el elemento “Tiempo”.

Otro punto a considerar es que hay un poder encerrado en la declaración de tu meta que cambia tu ambición (“ganas” para el Coaching) y que argumenta con solidez,  la necesidad imprescindible de realizar tu declaración si realmente querés lograr algo… (Si “realmente” querés, escribí).

Una meta precisa es el punto de partida de toda realización.

Declarar una meta engendra en el individuo una importante y súbita toma de conciencia.

 La planificación es imprescindible (te prometo un artículo próximo al respecto), y aunque iniciemos un emprendimiento pequeño y de “entre casa”, no puede faltar. Hago esta salvedad porque especialmente en la circunstancia que te menciono, cuesta (en este caso en particular, debido a la envergadura del proyecto) darnos cuenta de esto.

Y aquí, lo que te prometí en el título:

El Fijarte Un Tiempo en el logro de tus metas remite a un sentido del Tiempo, en el que nunca lo has interpretado.