Tiempo y espacio relativos

Demasiadas veces pensamos que nuestra vida es algo eterno y trascendental, en la que no podemos cometer errores ni equivocar nuestro Destino! Eso nos hace no asumir riesgos e intentar acertar en todas nuestras decisiones…

Pero basta entender la relatividad de nuestra propia vida para darnos cuenta de que cada uno de nosotros somos una infinitesimal partícula dentro de un Universo o varios, como se cree hoy en día! Y que todo es órden y caos, con unas dimensiones de tiempo y espacio en las que toda nuestra vida y los espacios que ocupamos no son más que polvo estelar, en un Cósmos plagado de galaxias, astros, estrellas…

¿Por qué, entonces, pensar que somos más de lo que somos o más o menos que los demás? ¿Por qué preocuparnos por el tiempo que pasa hasta alcanzar y compartir para siempre nuestra verdadera felicidad? ¿Por qué buscar un lugar y un momento definidos para llegar a vivir lo que merecemos? ¿Por que no asumir riesgos, si nuestra existencia temporal no es más que el recorrido desde el vacío de nuestro nacimiento hasta el vacío de nuestra muerte? ¿Por que tanta ansiedad o miedo para vivir y darle sentido propio a nuestra vida, si no es más que un breve suspiro ante la inmensidad del Universo y su edad? ¿Por qué no confiar en nuestro Guía Interior y en la libertad que nos regalaron para decidir el mejor camino para ser feliz? ¿Por qué tanto sufrimiento por no sentir y vivir lo que merecemos vivir? ¿Por qué perdemos media vida intentando descubrir y luego vivir el sentido verdadero de todo lo que nos rodea, si siempre ha estado en nuestra Alma? ¿Por qué no aceptar que no somos ni más ni menos que una simple brizna de hierba o una Galaxia, con su propio significado, espacio y tiempo, con su individualidad y su sentido propio?

¿Por que no aceptamos la realidad de los hechos y nuestra realidad interior, para comprender y aceptar -por fin- que es tan importante cada una de las células de nuestro cuerpo, como la mayor Constelación… y que todo tiene su preciso momento y espacio irrepetibles y singulares? ¿Tanto cuesta entender que el único denominador común en el Universo que nos rodea es su sentido profundo y verdadero, nuestra Alma… y que ésta no tiene otro sentido que unirnos y compartir, dando y recibiendo amor?

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