Este edificio deslumbra al transeúnte y usuario desde todos sus ángulos. A diferencia de varias de las afamadas creaciones de Herzog & De Meuron, la novedad en esta edificación trasciende la deslumbrante piel.
La forma del edifico está determinada sustancialmente por el “volumen teórico máximo” de la regulación municipal. Dependiendo de donde se sitúe el observador, el cuerpo edilicio parecerá o bien un cristal, o una construcción arcaica con cubierta a dos aguas, logrando así un carácter ambivalente de la identidad del edificio.
El carácter escultórico de esta morfología queda relegado más que nada a la piel portante compuesta de vidrios cóncavos, planos y convexos. “Estas geometrías diferentes generan reflejos facetados que permiten al observador, tanto desde dentro como fuera del edificio, ver en todo momento imágenes cambiantes y perspectivas casi cinematográficas de los productos Prada, de la ciudad y de sí mismo”.
El entramado está incorporado activamente a la ingeniería estructural, unida a los núcleos verticales y tubos horizontales (que nacen a partir de la extrusión del patrón de fachada hacia el interior y albergan las partes más íntimas requeridas por el programa). Al interior, los materiales son hiper-artificiales (resina, silicona, fibra de vidrio, etc) o bien hiper-naturales (cuero, toba, madera porosa).
“La selección antagónica de materiales, permite que tanto los aspectos tradicionales como los radicalmente contemporáneos aparezcan como componentes obvios equivalentes de la cultura global de nuestros días”.
Programa: Local Comercial Ubicación: Tokio – Japón Autores: Herzog & de Meuron Fecha: 2003Fuente
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