Cuando Camilla Hessellund Lastein estaba estudiando economía y negocios en la Universidad, sintió la frustración de no poder encontrar una fórmula que necesitaba para rendir un examen en un libro de texto. Fue entonces que se le ocurrió que podía ser creadora de una solución. “Pensé en cómo utilizamos Spotify y Netflix cada vez que queremos encontrar una canción, una película o una serie y pensé por qué no podía existir una plataforma similar pero para libros de texto”, explica esta joven danesa de 24 años que fundó Lix, una plataforma donde mediante un buscador se pueden encontrar libros de texto académicos digitalizados.
El inicio no fue fácil. En 2014, Hessellund Lastein decidió dejar la universidad, se mudó nuevamente con sus padres y empezó a juntar dinero con un trabajo full time y uno part time de moza. Convenció a un banco de que le preste cerca de US$ 20.000 y uso este dinero y el de sus ahorros para desarrollar su primera plataforma digital de publicación. En un año, estaba en bancarrota. No mucho después, Hessellund Lastein conoció al co fundador de Lix, Kasper Krog, crearon un pequeño equipo de desarrolladores y consiguieron una pequeña inversión de seis cifras, suficiente para lograr que Lix despegara.
“El objetivo de Lix es terminar con estudiantes cargando libros pesados entre clases o gastando fortunas en libros cuando solo necesitan un par de capítulos”, explica Hessellund Lastein. La idea gustó a los inversores y Lix recientemente cerró un acuerdo por US$ 5.4 millones gracias a emprendedores daneses que llevó a un total de inversión de US$7.5 millones
Sin embargo, el emprendimiento cuenta con sus desafíos. El “Spotify de los libros” no es una idea fácil de vender a las editoriales. Lix necesita los derechos de los libros para poder publicarlos y no son muchas editoriales la que lo ven como un negocio rentable. De hecho le llevó 2 años y medio a Hessellund Lastein lograr el primer acuerdo comercial con una editorial en Inglaterra. “El entusiasmo e inteligencia de sus fundadores Camilla y Kasper fue presuasiva y refrescante. Lix se enfoca en las necesidades de los estudiantes pero también de las editoriales”, explicó a The Independent Huw Alexander, manager de ventas digitales de SAGE, la editorial que se sumó en 2015.Después de SAGE, siguió un efecto cadena y Lix ahora contiene 7.000 editoriales incluyendo grandes compañías como Pearson y McGraw-Hill. Lo que ofrece Lix a las editoriales son los datos acerca de los libros de texto que utilizan las universidades para que las editoriales sepan que libros de texto faltan en el mercado. “Reunimos la información de las listas de libros así saben si las universidades adoptaron sus libros o no. Estos les ahorra mucho dinero en ventas”, explica. En contrapartida, los estudiantes consiguen los libros con un descuento de entre el 20% y 60% que el libro impreso.
“Ya pasaron 3 años desde que nació la compañía y hubo logros y fracasos, no fue fácil”, relata, pero asegura que nunca perdió la fe en el producto y en la oportunidad de negocio. “Hay una generación de estudiantes yendo a la Universidad con iPhones pero que todavía tiene que llevar libros enormes y pesados y caros o estudiar a través de PDF’s escaneados. Es increíble”, destaca.
Para Hessellund Lastein, estos es solo el comienzo. Hasta el momento la app solo funciona en iPhone y iPad and iPhone y permite que los usuarios busquen párrafos determinados en los libros y resalten partes. En breve la app será lanzada en Android con nuevas opciones como un uso colaborativo para grupos de estudios. “A largo plazo el objetivo es personalizar la educación. Las personas tiene distintas formas de aprender, algunos les gusta leer, otros escuchar, otros ver videos. Estamos viendo cómo hacer el proceso de aprendizaje más efectivo”, concluye.
Fuente: Apertura
Recopilación de noticias por Martin Eraso