He hablado en numerosas ocasiones en este blog sobre el trastorno de despersonalización. Para aquellos que son ajenos al mismo, es un trastorno bastante bizarro puesto que para quienes lo padecen, se sienten fuera de sí mismos. En este artículo quiero cubrir la despersonalización, su cura si es que la tiene, y cómo aprender a vivir con ella, así como de una reflexión que me he planteado estos días sobre la misma en momentos positivos.
Primero de todo, ¿qué es la despersonalización?
La despersonalización se describe como una alteración de la percepción donde la persona se siente desconectada de sí misma, de su cuerpo o pensamientos, como si fueran ajenos o automáticos. Esta experiencia puede ser profundamente inquietante, llevando a quien la sufre a cuestionarse constantemente su realidad.
A diferencia de lo que muchos pueden pensar, la despersonalización es una respuesta psicológica relativamente común a situaciones de estrés intenso o ansiedad, formando parte de los trastornos de disociación según clasificaciones diagnósticas como el DSM-5.
En uno de los artículos donde explicaba qué es la despersonalización, creé un test de despersonalización breve que puedes consultar en caso de que sospeches padecerlo.
¿Existe una cura para la despersonalización?
La respuesta a esta pregunta no es sencilla ni rotunda ya que al igual que con otros trastornos de ansiedad, podemos reducirlos pero decir que exista una cura, sería confirmar que puedan desaparecer para siempre.
Lo que yo puedo decir desde mi testimonio, es que el grado de despersonalización que llegué a tener bajo considerablemente. ¿Que se me curó del todo? Pues no… y creo que no lo hará nunca porque al final es una sensación que una vez “pruebas” ya la identificas y cuesta separarse de ella. Algo similar a lo que pasa con otros trastornos de ansiedad, una persona que haya sufrido ansiedad, podrá reducirla pero en un momento u otro de la vida, probablemente vuelva a notarla (aunque mucho más rebajada).
Si existe una cura (entendida como una reducción y no eliminación total), es perderle el miedo a la misma. Para mi fue clave dar con el libro de Rafael Santandreu “Sin miedo“, pues me hizo entender que no me haría nada, y que el miedo solo la aumentaba.
Despersonalización en situaciones “positivas”
Hace unas semanas descubrí que estaba embarazada. Entonces con el paso de los días me di cuenta de algo que antes nunca hubiese entendido. Estaba sufriendo despersonalización, pero al experimentarla en una situación positiva, pasó desapercibida.
Cuando recibes un cambio tan grande en tu vida, de repente todo parece irreal. Ya sea porque el cerebro necesita tiempo para procesar la información o por que aún no acabas de creer lo que te pasa al significar un cambio tan grande.
¿Pero qué diferencia hay con la despersonalización que sentía como efecto de la gran ansiedad que sentía? Que en ese momento me horrorizaba, me paralizaba. Por eso, para aquellos que padecemos este trastorno (en mayor o menor medida) creo que es bueno que recordemos este punto, y que pensemos en la de ocasiones buenas donde probablemente todo ha parecido un sueño, una película y sin embargo ésto no nos ha hecho dejar de vivir ni querer recluirnos en una cueva.
Obviamente todos preferimos pasar por una despersonalización a causa de eventos positivos, pero los síntomas no son tan diferentes, lo que si influye es el miedo que origina.
Si padeces o sientes que padeces el trastorno de despersonalización y quieres que alguien te escuche, puedes contactarme.
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