Averigua Cómo Te hace Perder Tiempo y Dinero, y Cómo Solucionarlo
Todo el trabajo dedicado a construir una marca, tanto branding comercial como branding personal, puede ser en vano si al hacerlo estamos creando un monstruo con múltiples personalidades. Por experiencia propia, he conocido empresas con grandes presupuestos cuyos clientes tienen una imagen que dista mucho de la originada por los responsables de marketing.¿Qué ha pasado? Tal vez, la empresa haya mostrado síntomas de una personalidad incoherente y no se han detectado a tiempo.
El resultado: Mucho esfuerzo, mucha inversión en marketing, y todo ello ineficaz. Tiempo y dinero perdidos.
Algunos de los síntomas de la personalidad múltiple en una marca son:
®
Daltonismo y Lapsus Linguae. Escoger elementos cuya
percepción contradice los valores de la marca.
Como colores que
evocan sensaciones opuestas a lo que queremos transmitir. P.e.: el marrón, si se quiere
dar una imagen con fuerza.
O crear un mensaje que pretende
ser impactante expresado con un lenguaje ambiguo.
® Personalidad dividida: Errores de la comunicación interna y externa. o Comunicación interna. Obviar que los primeros interesados en conocer la marca en profundidad son los empleados, por muy pequeña que sea la empresa. No podemos dar por hecho que conocen la marca por conocer el producto/servicio y sus características a la perfección. El resultado puede ser que utilicen con insistencia un arma (por ejemplo, una cualidad del producto) que no es por si sola lo suficientemente eficaz para convencer, y dejen de lado un mensaje potente de marca que consigue diferenciarnos de la competencia. o Comunicación externa. El fondo. Lógicamente, si no hay comunicación interna, a la hora de transmitir el mensaje, el público no recibe un mensaje homogéneo y con fuerza. Este se diluye convirtiéndose en la transmisión de la idea propia del comercial o del empleado en cuestión. o Comunicación externa. La forma. Si cada cual utiliza el formato que más le guste, una firma al margen de directrices, elimina el logo o cualquier elemento que haga identificable esa comunicación, o se convierte en una relación personal al margen de la empresa, al menos en apariencia.
® El síndrome de Wendy. No enfocarse en un target. Otro de los posibles síntomas de una personalidad múltiple es tratar de complacer a todos. Carecer de una segmentación del público objetivo y, en el intento de agradar a personas muy diferentes, ir cambiando el discurso y perdiendo personalidad en el camino.
La solución pasa por investigar, revisar, alinear y aportar coherencia: ® Recabar la idea que tienen los clientes sobre la marca: ¿tienen claro qué la hace diferente? Este punto es muy enriquecedor porque aporta el enfoque que realmente nos interesa. ® Asegurarse de que todo el equipo tiene claros los conceptos, está al tanto de las novedades, no solo de producto, y sigue las directrices en cuanto a imagen de marca y procedimientos. ® Retomar o dotar de coherencia a todos los elementos de la identidad corporativa, sin que quede rastro de contradicción o inconsistencia.
Recursos Relacionados: Descubre cuál es el Arquetipo de Tu Marca Voz y Tono de Empresa. No permitas que Suene como un Robot
® Personalidad dividida: Errores de la comunicación interna y externa. o Comunicación interna. Obviar que los primeros interesados en conocer la marca en profundidad son los empleados, por muy pequeña que sea la empresa. No podemos dar por hecho que conocen la marca por conocer el producto/servicio y sus características a la perfección. El resultado puede ser que utilicen con insistencia un arma (por ejemplo, una cualidad del producto) que no es por si sola lo suficientemente eficaz para convencer, y dejen de lado un mensaje potente de marca que consigue diferenciarnos de la competencia. o Comunicación externa. El fondo. Lógicamente, si no hay comunicación interna, a la hora de transmitir el mensaje, el público no recibe un mensaje homogéneo y con fuerza. Este se diluye convirtiéndose en la transmisión de la idea propia del comercial o del empleado en cuestión. o Comunicación externa. La forma. Si cada cual utiliza el formato que más le guste, una firma al margen de directrices, elimina el logo o cualquier elemento que haga identificable esa comunicación, o se convierte en una relación personal al margen de la empresa, al menos en apariencia.
® El síndrome de Wendy. No enfocarse en un target. Otro de los posibles síntomas de una personalidad múltiple es tratar de complacer a todos. Carecer de una segmentación del público objetivo y, en el intento de agradar a personas muy diferentes, ir cambiando el discurso y perdiendo personalidad en el camino.
La solución pasa por investigar, revisar, alinear y aportar coherencia: ® Recabar la idea que tienen los clientes sobre la marca: ¿tienen claro qué la hace diferente? Este punto es muy enriquecedor porque aporta el enfoque que realmente nos interesa. ® Asegurarse de que todo el equipo tiene claros los conceptos, está al tanto de las novedades, no solo de producto, y sigue las directrices en cuanto a imagen de marca y procedimientos. ® Retomar o dotar de coherencia a todos los elementos de la identidad corporativa, sin que quede rastro de contradicción o inconsistencia.
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