Hace varios años ya, la autora Karen Jesset en su libro “Clear Skin”, salvó mi autoestima. Por 6 años, tuve un acné agudo y doloroso. Digo agudo, porque estaba llena de espinillas en la cara. Y digo doloroso, porque mis espinillas eran furunculosas, es decir muchas de ellas no tenían cabeza, entonces estaban ahí por mucho más tiempo del normal. Muchas veces hasta reírme me dolía.
Como soy bien matea –menos mal– estudié mucho sobre el tema y comprobé, probando y probando, que los productos y medicamentos que existen para el acné solamente agravan el problema. Lo agravan porque no van a la raíz, sino al síntoma.
Existen pastillas que secan por completo las glándulas sebáceas de la piel, dejando a este órgano –el más extenso del cuerpo– sin manera de eliminar toxinas. Aparte de que dañan tremendamente el hígado y los riñones (entre una gran lista de efectos secundarios). Otras personas viven tomando antibióticos. Otros compran productos que secan la piel al extremo, para que luego pareciera que esta tomara venganza: ¡llegan MÁS espinillas!
Luego de probarlo todo, me encontré con este libro, que abrió mi mirada y en pocos días, esta enfermedad en mi piel comenzaba a retirarse.
Lo más importante que aprendí fue que el acné, aparte del tema hormonal y de alimentación, es SOBRE TODO Y EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS, un problema emocional: acné por estrés. Este estrés puede estar muy escondido, o puede ser evidente en otros casos. Y lo peor es que el tener la piel llena de espinillas y furúnculos no hace otra cosa que estresarnos más: círculo vicioso.
Por eso, esta GUÍA NATURAL para el acné, tomada del libro Clear Skin y otras investigaciones, es una guía integral para la salud de tu piel. Espero que tengas buenos resultados, así como yo los tuve J
1. Tu piel es delicada y sensible, porque está enferma, por lo tanto: ¡NO utilices productos abrasivos ni astringentes! Estos productos son la mayoría de los anti-acné del mercado. Créeme, no te están ayudando. Están enfermando más tu piel. Por el contrario, utiliza productos para piel MUY SENSIBLE. La línea Nivea para Piel sensible está súper bien, pero si puedes invertir más, te recomiendo mi favorita: Germaine de Capuccine, que se compra en Dermic (calle Condell, Santiago). También puedes ocupar la línea para piel sensible de Vichy, Biotherm, La Roche-Posay. Sí, yo sé que estás pensando que tu piel es grasa, que tu piel es mixta, bla-bla-bla. De verdad te lo digo, tu piel, HOY, está delicada. Cuídala con delicadeza.
2. La rutina de limpieza más importante es en la NOCHE. Trata de que no pase un solo día sin que limpies tu cara.
3. Aumenta el consumo de fruta fresca, vegetales, semillas y nueces: puedes hacerte jugos de fruta en la mañana y al menos una vez al día, cómete un lindo y colorido plato de ensaladas. ¡Aprovecha la primavera! Los frutos secos (que contienen los aceites QUE SÍ SON BENEFICIOSOS PARA TU PIEL) puedes comerlos como snacks. 6 almendras diarias, 6 nueces diarias, 6 castañas de cajú y ya estarás ayudando muchísimo a que tu piel recupere sus aceites esenciales. La palta es también una maravillosa fuente de estos mismos aceites. Mucha gente te dirá que estos alimentos contienen grasas y tu problema empeorará. Créeme que este tipo de grasas no son el real problema. Prueba también con avellanas y semillas de linaza, sésamo y maravilla.
4. ¡Agua!Necesitas estar correctamente hidratada para limpiar tu piel por dentro y por fuera. Son dos litros diarios de agua, aparte del agua que te entregan las frutas y los vegetales. Trata de no consumir alimentos o productos que te deshidratan: papas fritas, mucho café, cigarrilos, etc.
5. Probióticos y prebióticos: ambos ayudan muchísimo a que tu flora intestinal trabaje eficazmente para limpiar tu organismo. Existen prebióticos naturales en la miel, las cebollas, alcachofas y plátanos. También hay algunos suplementos naturales que pueden ayudarte a restablecer tu salud intestinal si es que esta presenta problemas (sobre todo si hay estreñimiento, tus evacuaciones deben ser diarias y ojalá dos veces al día, querida).
6. ¡Reduce el estrés! Haz ejercicio, haz yoga. Aprende a meditar. Ten caminatas diarias. Baños de tina con sales de mar. Flores de Bach, aromaterapia, masajes. ¡Lo que quieras! Pero debes ocuparte de tu sistema nervioso.
7. Reduce tu consumo de azúcar y carbohidratos refinados. Estos alimentos (pan blanco, arroz blanco, pastas blancas, pasteles, chocolates, tortas, postres) hacen que el páncreas segregue insulina y un factor de crecimiento llamado IGF-1, lo que conlleva a que en el cuerpo haya un excedente de hormonas masculinas. ¿Resultado? La piel se torna más sebácea, incrementando el crecimiento de bacteria responsable del acné.
8. Reduce el consumo de lácteos y carne roja. Estos alimentos son difíciles de digerir por nuestro organismo. Además, están repletos de hormonas. El cuerpo buscará sí o sí maneras de eliminar todos los radicales libres asociados a estos alimentos. Las maneras vegetales de reemplazar el calcio y las proteínas son muchísimas y a estas alturas del siglo XXI, están MÁS que comprobadas y aprobadas J
¡Espero que estos consejos sean de utilidad! A mí me cambiaron la vida y nunca más tuve acné. Ni siquiera durante mi SPM. Eso sí, hay algo muy importante: acepta tu piel como es, una vez que esté sana, nunca será como las chicas de las revistas o de las películas. ¿Por qué? Porque esas pieles NO SON REALES. ¡No lo son! pero la piel SANA sí existe y está en tus manos :) ¡Hasta pronto!
Fuentes: www. acne-advice.org - El guardián de la Salud
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