Cuando no hay precio para despertarno temo pegar los ojos.Me voy cambiando de bandoy desciendo improvisando sueños.
No hay que dudar en dar este salto
porque los sueños son sin horas
aunque como las películas igual acaban.
Justo cuando lo empiezo a pasar bien
hay una barricada en mi sueñoQuien la habrá puesto ahí?
Cuando huelo el pasado
para no quedar pegada a mis naufragiossueño una ciudad en coloresque se levanta al alba..
El inquieto surazo me levanta el animo
me recorre alegremente
dándome abrazos silvestres.
Entrare antes que este sueño se enfríe…
Es hora de apagar mi mente...* Sally Kelly