Revista Economía

¿Tienes un negocio de temporada? Extiéndelo

Publicado el 19 mayo 2016 por Pablo Rodríguez @pablorb

¿Tienes un negocio de temporada? ExtiéndeloSe acerca el verano, y con él, el buen tiempo. Existen multitud de actividades comerciales que tienen una gran demanda estacional, pero que se diluyen o incluso desaparecen en otras épocas del año. ¿Cómo gestionar una empresa con un negocio de temporada?

Algunas personas se preguntan si ese negocio estacional les puede permitir el resto del año con lo que se ahorra en la temporada. En muchas ocasiones, la respuesta es negativa, pero ello no significa que no podamos aprovechar las oportunidades que se nos presentan en determinadas fechas, sino que simplemente debemos tener en cuenta algunos aspectos. En otros casos, es posible extender o complementar el negocio principal de temporada, de manera que podamos trabajar durante todo el año.

Exprime el negocio

Hay negocios típicos del verano, como la venta de helados y granizados. ¿Qué puede hacer una empresa que se dedica a estas actividades? Lo primero es sacar el máximo provecho a estos meses, analizando bien su público objetivo y sus mercados.

Por ejemplo, hay lugares en los que el buen tiempo no sólo se restringe a los meses estivales, sino que se alarga desde marzo hasta septiembre. Muchos fabricantes promocionan el consumo de sus productos en otras épocas del año, para romper la asociación de sus productos con determinadas fechas u horas del día (promocionando los helados como un postre digestivo, o los cereales como un producto que se puede tomar no sólo en el desayuno, etcétera).

Otra opción que se puede analizar es la de exportar a otros mercados en los que las temporadas no coinciden (el verano en el hemisferio norte coincide con el invierno en el hemisferio sur, y viceversa) o la utilización del comercio electrónico para vender en otros mercados.

De esta manera, se puede tener una empresa abierta todo el año, sin necesidad de despedir a los trabajadores (con la consiguiente pérdida de talento y de experiencia que se puede producir) o de tener que hacer contratos fijos discontinuos.

Gestiona el negocio

Como en cualquier empresa, resulta (casi) indispensable contar con un plan de negocio. Esto nos permitirá ver cuáles son los gastos fijos a los que nos enfrentamos, cuál es el margen que establecemos y cuál la rentabilidad que esperamos. El análisis de los gastos fijos es un factor fundamental en un negocio de este tipo, pues nos encontraremos con picos de tesorería en los meses buenos, que tendremos que gestionar para pagar en las épocas de menor actividad.

Una manera de reducir los gastos fijos es externalizar parte de la producción, de manera que, aunque quizás no consigamos un margen unitario tan alto, evitaremos cargarnos de costes.

Afina al máximo en el período álgido

Cuando una empresa concentra gran parte de sus ventas en un período corto, equivocarse puede tener consecuencias catastróficas. Por ejemplo, el sector juguetero vende aproximadamente el 75% de su facturación en la campaña de Navidad. Un error en este período (por ejemplo, un mal cálculo en el abastecimiento) puede suponer perder la mayoría de las ventas del año.

Crea un negocio complementario

Si tienes una heladería, vende también cafés, turrón, churros o castañas. Si tu negocio es una estación de esquí, conviértelo en un centro de aventura, y haz senderismo, rafting o campamentos estivales para niños. Si produces cítricos, haz también licores y mermeladas a partir de estas frutas. En ocasiones, el negocio complementario incluso llega a superar al principal, pero, aunque no sea así, seguro que nos ayuda a sobrellevar las "vacas flacas".

¿Y TÚ, QUÉ OPINAS?

Pablo Rodríguez es economista.

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