de Cristina López Barrio.
Título: Tierra de BrumasAutora: Cristina López BarrioEditorial: Plaza y Janés, 2015Páginas: 400.
Resumen oficial.
Una maravillosa novela que rescata toda la magia, la riqueza y la tradición de Galicia, una tierra rebosante de misterio y belleza.
«Así somos las Mencía, niña, apréndelo cuanto antes, o eres loca o reina o santa o borracha.»
Cuando Valentina se queda huérfana a los once años, se ve obligada a atravesar el océano desde su Habana natal a la Galicia de sus antepasados para quedar al cargo de su abuela, Bruna Mencía, marquesa de Novoa. La matriarca la recibe en su solitario, decadente y majestuoso pazo y comienza a educarla para convertirla en la heredera de la dinastía.
Valentina conocerá a través de Bruna la convulsa historia de su familia y cómo la salvaje estirpe de las mujeres Mencía, criadas por la naturaleza en las profundidades del bosque gallego, se unió a la aristocrática dinastía de los Novoa, la más rica de la región. Las historias de amor y poder entre ambas familias, que han pervivido durante muchos años, marcarán el destino de Valentina, que tendrá que decidir si continúa o no con ese linaje, extraño para ella, plagado de intrigas y culpas secretas.
Una prodigiosa historia de tradición y modernidad, de civilización y barbarie, de espíritus y profecías, de grelos y camelias, de reinas y santas, de meigas y lobas, en la que los personajes se debaten entre tomar los caminos escogidos para ellos o elegir libremente su propio destino. Una maravillosa novela que recoge toda la magia y el misterio de una tierra de leyenda.
Impresión personal.
No había leído nada de esta autora cuando me animé con este libro, pero me llamó la atención de él esa portada en la que se intuye el misterio del agua y la curiosidad femenina que se asoma a ese borde, y su título, Tierra de Brumas, porque hay pocas cosas que a mi me gusten más que la bruma, la niebla de los bosques donde todo es misterio y... magia. Y no me he equivocado con mi elección porque ya os adelanto que me he quedado prendada con esta historia y prendida a ese paisaje y paisanaje gallego por el que la autora me ha llevado y por donde mi imaginación ha vagado con ella como si fuera la mismísima protagonista de la novela. Cristina López Barrio me ha tomado de la mano suavemente, sin prisas, con una dulzura llena de símbolos, metáforas y grandes dosis de seducción y me ha paseado por unos bosques verdes, llenos de musgos y humedad, de nieblas y recodos que esconden cuevas y oquedades donde la abuela Tomasa, la loca, dio a luz a María La Santiña (santa), madre de Bruna Mencía, la reina, abuela de Valentina, que quiere se revolucionaria como cualquier cubana que se precie.
Como veis Tierra de Brumas es, sobre todo, un libro de mujeres.... y ¡qué mujeres! Mujeres fuertes, con garra, tan duras como la propia tierra que las vio nacer y que las moldeó a su imagen para que aguantaran y aplastaran a su manera el orden establecido. Y ¡vaya que si!, cada una a su modo aplastó todo aquello a lo que estaban predestinadas. Cada una de las cuatro Mencía rompe los esquemas de aquello que les rodea y una está "loca" y abandona todo y a todos y se integra con el bosque; otra, comulga con la naturaleza y la aprovecha para hacer el bien, es una santa; la siguiente quería ser reina en el castillo más cercano y reina se hace contra viento y marea y su nieta, aún niña, reniega del reinado que le pronostica su abuela y quiere ser revolucionaria y yo no me atrevo a pensar que no lo consiga a su manera. Entre ellas, otras mujeres que viven a expensas de ellas y sobreviven asomadas a la vida de las cuatro y los hombres de la historia cuyo poder hereditario no es más que una dependencia encubierta ante la fuerza femenina que acaba arrollándolos. Personajes todos ellos bien definidos, cuyas historias la autora nos cuenta para deleite de nuestros sentidos pero que no son más que elementos imprescindibles para que la fuerza de las Mencía se manifieste en su máximo esplendor.
Tierra de Brumas es una saga familiar, pero mágica, con vida propia y diseño propio. Una familia de mujeres, las Mencía, fuera de lo común en el entorno en el que les toca vivir y más pegadas a la tierra que cualquiera de quienes las rodean. Una historia llena de colores y olores, de miel y aguardiente, de los colores blancos de las flores y de los oscuros y sombríos del bosque, de meigas y espíritus que nos hablan, de amores y desamores y, sobre todo, de secretos familiares. También la historia de los Novoa, familia aristocrática, marqueses propietarios de un pazo, en la que el destino de sus hombres está decidido desde que nacen y en el que irrumpen las Mencía para volverlo todo del revés.
Cristina López Barrio nos cuenta la historia de esta dos familias a través de dos líneas argumentales perfectamente entretejidas a través de narradores diferentes que dan gran dinamismo a ambos hilos conductores, con una prosa preciosa y exquisita que se paladea lentamente por mucho que una esté deseando avanzar en la historia de las protagonistas. Me he deleitado con la manera de escribir de la autora, es literatura para los sentidos en estado puro, un delicatessen literario que no quería agotar, un mundo mágico al que siempre querré volver.
No me queda duda de que voy a leer las novelas anteriores de esta autora y de que le seguiré la pista bien de cerca porque un estilo como el de Cristina López Barrio merece degustarse tranquilamente, sin prisas, paladeando cada párrafo poniendo todos los sentidos en lo que te aporta. No os la perdáis.