Las tierras de uso agrícola en todo el planeta se encuentran en “alto riesgo” debido a la contaminación que reciben por medio de los pesticidas. El daño puede llegar a un tercio de estas tierras por vías subterráneas, arriesgando también la biodiversidad, según un estudio publicado este lunes.
Investigadores australianos estudiaron los niveles de riesgo, según en base a los datos de la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Servicio Geológico Estadounidense (USGS), de 59 herbicidas, 21 insecticidas y 19 fungicidas.
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Para calcular los niveles de los residuos de los pesticidas en el medio ambiente, usaron un modelo matemático.
El estudio fue publicado en Nature Geoscience, y sugiere que el 64% de las tierras de uso agrícola, que se estima que su extensión sea de 24.5 millones de km2, están en riesgo de contaminación por más de un pesticida, y el 31% se expone a un alto riesgo.
La autora principal de este estudio, Fiona Tang, afirma que este resultado “es significativo puesto que la contaminación potencial está generalizada, y algunas regiones amenazadas tienen una gran biodiversidad y sufren escasez de agua”.
¿Cómo considerar en “alto riesgo” una zona agrícola?
Cuando el resultado de la concentración de pesticidas son de al menos 1000 veces mayores a los lugares que no reportan tantos niveles, se considera una región de alto riesgo.
Asia es la zona agrícola más afectada, reportando hasta 4.9 millones de km2 de tierras de alto riesgo, y 2.9 millones de ellas se encuentran en China. En Europa, Rusia, Ucrania y España están las mayores zonas de alto riesgo, el equivalente al 62%.
Se considera que diferentes factores, como el uso excesivo de pesticidas, su concentración tóxica, además de otros motivos medioambientales es lo que ayuda a incrementar la amenaza en estas zonas.
Aunque el estudio no analiza los impactos en la salud humana directamente, los expertos aseguran que la mezcla de pesticidas en el agua potable podría considerarse un alto riesgo.
Investigadores también promueven una transición hacia la “agricultura sostenible”, de esta manera se puede reducir de pesticidas y el desperdicio de alimentos.