“A veces, los mejores acuerdos son los que no se hacen. El ataque del otro domingo en los Altos del Golán, en el que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)repelieron un asalto del ISIS, terminó con cuatro terroristas muertos y ninguna baja israelí. El incidente fue la primera confrontación directa entre miembros del ISIS y el Estado judío. Pocos se atreverían a decir que será la última. Seguramente, la mayoría de los israelíes estará rezando para dar las gracias por el fracaso de los anteriores intentos de los líderes israelíes de cerrar un acuerdo con Damasco que les habría hecho renunciar al estratégico altiplano que se alza sobre el Mar de Galilea. Los que, desde Washington y otras partes, están presionando a Israel para que haga más cesiones de territorio que un día podrían acabar bajo el dominio de los terroristas islamistas se niegan a aprender una importante lección.
En 1992, cuando fue electo primer ministro, Isaac Rabín pensaba que Siria era la mejor opción de Israel para la paz. Mientras que el asistente de Simón Peres, Yosi Beilin, iniciaba las conversaciones secretas que dieron lugar a los Acuerdos de Oslo sin el conocimiento de Rabín, el primer ministro se concentraba en intentar negociar otro acuerdo distinto para intercambiar tierra por paz con Hafez al Asad, padre del actual dictador de Siria e igual de criminal que él. El historiador Itamar Rabinovitch, que había dedicado su labor académica a la idea de que Israel había dejado pasar varias oportunidades para hacer la paz con dictadores sirios anteriores, fue nombrado embajador en Estados Unidos y jefe de las negociaciones con Damasco. Pero, a pesar del genuino deseo de Rabín de llegar a un acuerdo, las negociaciones indirectas con los sirios fracasaron. Asad padre no tenía ningún interés en que hubiese más hostilidades con el Estado judío y quería el Golán, pero jamás tuvo la menor intención de firmar la paz. Esas iniciativas se vieron finalmente desbancadas ante la jugada maestra de Beilin y Peres al conseguir que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) aceptara la oferta de Israel, que llevó a Yaser Arafat a tomar el poder en la Margen Occidental y Gaza. (…)
Fuente (y artículo completo) : Elmedio