Damas y caballeros, welcom tu Tijuana, el lugar más mítico del mundo, donde las lenguas se aman y se unen en el aló, el oquei y el verbo tu bi; donde existe la zona libre, la fayuca y los regalitos pal patrón, la secretaria, la comadre cachonda, la esposa y los hijos inaguantables; donde los pizzeros en moto, los patrulleros, los taxistas, los narcojuniors, sus compas y las señoras con placas de California no respetan semáforos ni altos.
Amigas y amigos, bienvenidos a Tijuana, la cuidad más alejada del centralismo, donde sí saben los clamatos y el parizón, y florecen los yonkes y los mofleros; donde las cuadras son espacios pa’ boticas, licorerías, casas de cambio, taquerías, oxxos al por mayor y restaurantes de mariscos; donde la comida regional son la carne asada y la cerveza, la langosta y los fish tacos, la ensalada císars, la pizza y la comida china dominguera.
Bienvenidos a Tijuas, el lugar de la arquitectura emergente, de las mujeres que son casas, muelas que son consultorios y sombreros que son restaurantes; el maravilloso espacio donde las llantas usadas se transforman en escalones, en columpios, muros de contención, masetas y suelas pa’ huaraches. donde el Comité de Turismo cree que lo único importante son las torres de la Chapu, la bola del Cecut, la Plaza Río, el Jai Alai, la Revu y el Minarete.
Damas y caballeros, bienvenidos a Tiyei, donde los cholos, surfos y narcos, sicarios y judiciales, hacen del ocio su negocio; donde políticos y empresarios, maquiladores y aduaneros, comerciantes y casacambistas, loteros y policías, son los verdaderos ilegales; donde la polka se vuelve cumbia, el norteño se hace tecno, los mofleros son escultores, los pintores son grafiteros y la cultura está en la Zona Norte.
Señores y señoritas, bienvenidos a Tijuana, donde se unen compiúres y corazones, las tecnologías nuevas con las viejas y los burros se rayaron; el zoológico nortense donde coyotes y polleros, la chiva, el perico y el gallo, los Tigres y los Tucanes, son animales millonarios; donde la hermosísima Calafia, reina legendaria de California, primero fue convertida en vino y ahora, triste y olvidada sólo es un transporte público.
welcome to Tijuana, la cuidad de las luces y el hogar de Juan Soldado, el santo de los migrantes, amo y señor de los milagritos; la casa de la leche Jersey, del niño con gorrita beisbolera y sonrisa fortificante, que suple a las madres en alimentacion infantil; donde hacer cola en la línia pa’ ir pal otro lado de compras se vuelve un martirio de dos horas o una agria eternidad de claxon y agandalles por ganar un espacio.
Welcome tu Tijuana, tierra prometida de migrantes, nacionales y extranjeros, donde vale mucho la vida y la muerte es un negocio; donde héroes desconocidos adornan avenidas con glorietas; donde da igual tener a Lincoln, Cuauhtémoc, San Rocket o una escultura incomprendible.
Bienvenidos a Tijuana, la calle, la frase inesperada, la cachondez y el sistema binario, el cruze fronterizo y el albur, el irse pallá y venirse pacá.