Tim Hecker lanzo un disco titulado “Ravedeath, 1972”, un pedazo de disco del año pasado, grabado en una iglesia de Islandia "famosa" por su órgano-piano y la acústica del santuario.
No todas sus canciones entraron en ese disco, los que el califico como “oscuro” los guardo para ahora juntarlos en un nuevo trabajo titulado “Dropped Pianos”. Como bien indica el titulo el piano es el protagonista y el Sr. Hecker hace un increíble trabajo de dar “alma” a un trozo de madera con cables de distintas tensiones. Esto y el uso de su arte, el reverb, hace de este disco un trabajo de mención. Yo no se si los temas son “oscuras” pero si te puede decir que son intimas y emocionantes.
No es un álbum para flipar con los colegas, es intimo, tu solo y el disco.
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