Portada de la nueva edición
Si de verdad se puede encontrar la semilla germinal a partir de la cual surgió esa maravilla cinematográfica que es la trilogía que Nolan ha creado para el hombre murciélago, sin duda esta historia es uno de los mayores referentes con los que trabajó. Y lo dice él mismo, ojo, que no estoy intentando hacerme el listo.
El mismo tándem que encumbró al vigilante de Gotham con sus especiales estivales, es decir, Jeph Loeb y Tim Sale, volvieron a la carga con el especial de Halloween más largo que se ha visto hasta la fecha, y demostraron de nuevo que no por ser una publicación al margen de la serie principal debía tratarse de un subproducto anecdótico y sin importancia.
De hecho, acabó convirtiéndose en un referente mucho más potente que las sagas publicadas dentro de la serie regular durante aquella época, y un gran cimiento para la construcción del personaje en los años venideros, pues la profundización en la psique del multimillonario playboy convertido a justiciero enmascarado es algo muy a destacar.
Todas las portadas originales
Narrando los primeros años de las andanzas de Batman por la calles más oscuras del planeta, y ayudado por un joven Gordon y un Harvey Dent anterior a su particular catástrofe, se sucede toda una trama de ajustes de cuentas mafiosos con miles de entresijos y recovecos, donde la moral es puesta al límite.
A través de las viñetas se pueden ver mil y un detalles que el susodicho Nolan tuvo a bien tener en cuenta para sus películas, y que todos los viejos fans del hombre murciélago agradecimos poder reconocer. Estos pequeños caramelos son los que demuestran el cariño puesto en un proyecto, y ayuda a reconocernos unos a otros.
Respecto a la trama, poco más puedo añadir que no se haya repetido ya hasta la saciedad, pues la sagacidad de la historia, el tono sombrío, las vueltas de guión perfectamente orquestadas, han sido sujetas a mil y un análisis dispares, una prueba más de la enorme importancia que ha tenido esta obra en el mundillo de la cuatricromía.
Muestra del arte interior
Tres cuartos de lo mismo pasa con el aspecto gráfico, aunque esta vez, gracias a la edición de ECC, podemos comprobar la evolución del dibujante al comparar con el tomo anterior. Caballero Maldito tiene un trazo más dubitativo al contrastarlo con el trazo firme e inmisericorde de El Largo Halloween, y lo mismo ocurre con el colorista, que está muchísimo más acertado en esta ocasión.
Sinceramente, si con todo esto no logro convencer a nadie de que El Largo Halloween es una obra imprescindible en cualquier biblioteca, no sé qué más decir.
Carcayú
Hola, soy Borja Prieto, y soy una bellísima persona, como Ramón Langa.