Una de las portadas originales
En el último artículo ya hice un debido repaso a la primera mitad de la franquicia de acción más conocida en el mundo, protagonizada por el icónico actor Bruce Willis. Ahora, con su quinta entrega ya estrenada y vista, seguramente, por todos los interesados, prosigo con mi análisis.
Póster del film
LA JUNGLA DE CRISTAL: LA VENGANZA
(Die Hard: With a Vengeance). EE.UU., 1995. 131 minutos. Color
Un misterioso terrorista está haciendo estallar bombas por doquier, aparentemente de forma aleatoria, y reclama la presencia obligada de John McClane, con su matrimonio ya totalmente destruido, para tratar de aplacar la destrucción.
Tenía que volver McTiernan a dirigir para conseguir remontar el vuelo de uno de sus personajes estrella, trayendo esta segunda secuela, y menuda secuela. Las expectativas se ven completamente satisfechas en esta nueva entrega donde McClane, en una perpetua resaca, y acompañado de Zeus (Samuel L. Jackson), un afro americano racista, debe ir superando las pruebas que el misterioso Simon (Irons) les va lanzando, como si de un videojuego se tratase. Nos encontramos en mitad de la década de los 90, cuando la recreativas tocaron su punto más alto antes de caer hasta lo más hondo, por lo que este planteamiento dinámico y frenético estaba totalmente en consonancia con su época.
Con el retorno de Gruber, aunque en este caso encarnado en su hermano, el policía a dos paso de convertirse en alcohólico hizo las delicias de los fans regalando una tercera parte que está muy cerca de igualar a su primera parte. Un ritmo un poco más irregular y un final un tanto precipitado son los pequeños detalles que, sin estropear en absoluto el resultado final, hacen que no llegue a estar a la altura de la originaria, pero no por ello deja de ser otra gran joya del cine de acción.
Póster del film
LA JUNGLA 4.0
(Live Free or Die Hard). EE.UU., 2007. 128 minutos Color
Un ataque informático contra las redes del Pentágono pone en jaque a todo Estados Unidos, creando un Caos Total, y solo John McClane, acompañado por un joven hacker (Justin Long) podrá enfrentarse al villano de turno (Timothy Oliphant).
“Mejor que la segunda y peor que las otras dos” sería la frase que mejor resumiría el regusto dejado por la cuarta entrega de la franquicia. Suma muchos puntos por el factor nostalgia, ya que supone el regreso de uno de los mejores héroes de acción, pero a veces abusa de esa confianza en que el viejo fan aceptará sin concesiones lo que se le presente en pantalla. Mantiene el nivel por ser la entrega que, le pese a quien le pese, parte de un planteamiento más realista, y es que los grandes entendidos ya has especulado largo y tendido sobre el peligro de un ataque a gran escala a través de las redes informáticas.
Sin embargo, toda esa verosimilitud se va al traste en pro de la espectacularidad, y es que esta cinta, como tantas otras surgidas a partir del año 2000, apuesta más por los grandes planos de explosiones y las secuencias imposibles. Bruce Willis aprovecha parte de su fama y, aunque luce con gran dignidad su calvicie, no parece haberse metido mucho en su papel de McClane.
Sí, es divertido ver cómo el bueno de John se lanza sobre un caza F-35 para rescatar a su hija (una más que preciosa Mary Elizabeth Winstead) y a su sidekick (Justin Long), pero ese no es el McClane que conocíamos y adorábamos. Se ve afectada por el mismo mal que La Jungla 2: Alerta Roja, y es que, si bien funciona como película de acción (y debe reconocerse que funciona mejor que la anteriormente citada), sufre por estar a la sombra de la primera y tercera entrega.
Carcayú
Hola, soy Borja Prieto, y soy una bellísima persona, como Ramón Langa.