Este pasado fin de semana por fin llegó la visita tan esperada. Después de días y días comentando el Peque cosas como “el Eric dice que ya vienen los tiós”, “mamá, me parece que he oído un rot de tió” ó “mamá, ¿quieres decir que ya no ha venido el tió?”. Después de días y días teniendo que ir a visitar cada tarde el bosque para ver si ya había llegado, por fin, el sábado…APARECIÓ.
Allí estaba, entre los matorrales y hojas secas del bosque, aguardando la llegada del Peque. Después de pasear y pasear por el bosque al fin soltó de su boquita la tan ansiada frase: “Mamaaaaa, papaaaaaaa, mirad!!! está aquí!! está aquí!!”. Y a partir de aquí su carita se transformó en un rostro lleno de felicidad. ¡Qué bonita es la inocencia! ¡Qué bonitos son estos primeros años! donde se creen en troncos mágicos que comen para después cagar regalos. Que se cree en unos Reyes Magos que en tan sólo una noche son capaces de visitar, con la ayuda de sus camellos y ayudantes, toooodas las casas del mundo. Pero vigilemos, esta inocencia está a un simple paso de verse truncada por la cruda realidad. Mi Peque aún no tiene cuatro años y ya es capaz de preguntar cosas cómo éstas:
- “Mamá, ¿dónde pusiste el tió la otra vez?” (refiriéndose al año pasado, mientras lo buscamos por el bosque), “¿qué quieres decir hijo?”, “qué ¿dónde lo pusiste la otra vez? porque el tió no puede andar…”.
- “Mamá, pero los Reyes dónde viven?”,”son mágicos, viven en la Luna y desde allí nos vigilan a todos” “¿viven en la Luna con el Biri Biri? pero si el Biri Biri es de mentira”. (el Biri Biri es un personaje de ficción de la tele).
- “Mamá, ¿pero cómo come el tió?, ¿por qué sólo come cuando no estamos?”
Con éstas y mil y una pregunta más, el Peque, día sí y día también nos pone a prueba y hace que la nariz de los papis cada vez se parezca más a la de Pinocho. Pero todo sea porque aguante aunque sea un par de años más la inocencia de estos días, ¿no?. Aunque tengo la sensación que los niños de ahora van demasiado deprisa. ¡Yo a su edad nunca me había planteado ni la mitad de preguntas que él me formula! y basta con que algun niño le diga eso de “Fulanito, pero si los Reyes Magos son los….” ó que no seamos los padres lo bastante audaces en las respuestas para que se acabe en un chasquido de dedos la magia de estos días.
Y vuestros peques, ¿a qué edad se enteraron de la “verdad”? ¿os hacen también este tipo de preguntas a lo Sherlock Holmes? contad, contad…