Se inicia el típico toma y dame entre el pasado y el futuro, lo que vivimos y de lo que nos sentimos orgullosos versus lo que viviremos y lo que sentimos podemos hacer o podemos llegar a hacer aunque en el intento ni tan siquiera nos acerquemos. También se enfrentan lo que nunca se pudo con lo que nunca se podrá, y en esa guerra que se dirime entre la mente y el corazón nos pasamos buena parte de la vida sin pensar en que el que decide, el que vive, el que hace o deshace, es el presente.Y cuando el presente entra en escena, pasado y futuro se vuelven ángel y demonio, o al revés, demonio y ángel, pero cada uno se contrapone para que cuando el presente actúe lo haga influenciado por el pasado o el futuro según convenga.
Entonces el presente, o nosotros mismos, estamos como perdidos, como delante de un laberinto que sabemos a dónde va pero no sabemos cómo atravesarlo; el pasado diciéndonos que lo de antes fue mejor y que lo que no se pudo el futuro no podrá, y el futuro diciendo que por el pasado no se está donde se quisiera y que si es por él estaríamos aún más lejos.El mensaje aunque obvio, no suele llegar a donde debería, porque pasado y futuro siempre asumen la posición en la que la culpa juega su papel y no nos llegamos a sentir a gusto como deberíamos, como merecemos, como podemos.
Ayer, ayer quedo, y mañana ya vendrá, el ahora, este momento es la oportunidad perenne de crecer, mejorar, luchar y definitivamente de ser feliz, esa constante búsqueda sin sentido cuando descubrimos que en nosotros está el secreto de ser feliz.El pasado y el futuro no solo se encontraron ahora, siempre lo hacen, y hay que dejar que lo hagan, nosotros a lo nuestro, a vivir, a armarse de cariño para valorar a los que tenemos, a los que necesitamos y sobre todo a los que nos necesitan. Mientras pasado y futuro sigan en su desafío de cuál tiempo es mejor, vivamos el ahora que definitivamente es superior al ayer y al mañana.Vivan y dejen vivir, hagan y dejen hacer, sean felices y dejen a los demás serlo. Mi infinito agradecimiento por contar con vosotros, el deseo eterno de felicidad acompañe vuestras vida, Dios les bendiga y ¡Pura Vida!
