Elegir la tipo adecuada es uno de los asuntos principales en cualquier trabajo de diseño gráfico, por eso pensamos que te vendrán bien unos y unos consejos para elegir tipografías. ¿Cuántos pesos necesito?, ¿a qué tamaño?, ¿voy a utilizar ligaduras?, ¿la necesitaré en otros idiomas? Empieza el casting tipográfico
Las ‘malditas’ clasificaciones tipográficas
Para seleccionar una tipografía más nos vale no empezar por el menú de tipos disponibles en nuestro programa de maquetación, sino más bien por el conocimiento de las mismas.
Así que no viene mal echar un vistazo a las ‘dichosas’ clasificaciones tipográficas, que no dejan de ser herramientas que nos permiten disponer de una terminología concreta que describa las características básicas de los principales diseños tipográficos. Está la clasificación del tipógrafo canadiense Robert Bringhurst, la Thibaudeau de 1921 o la de Maximilien Vox de 1954 (adoptada por la ATPY en 1962). En cualquier caso la distinción se hace por la diversidad de los elementos que constituyen la letra: el asta o elemento necesario y la gracia, remate o elemento decorativo. Lo dicho, clasificaciones sí, pero sin sudores fríos.
¿Qué te pide el cuerpo?
Imprescindible en estos consejos para elegir tipografías. Entérate de para qué se diseñó la tipo que te gusta. Algunas tipografías están diseñadas, como las archiconocidas Verdana o Georgia de Matthew Carter, para su reproducción en pantalla. Otras, como la Times New Roman, fueron pensadas para compensar con su dibujo la impresión deficiente de una rotativa antigua; fue encargada por el periódico The Times en 1931 y diseñada por Stanley Morison junto a Starling Burgess y Victor Lardent.Algunas, como la nueva FS Renaissance (una tipo display diseñada entre Craig Black y Pedro Arilla), están pensadas para imprimirse en tamaños grandes.
Échale un par
¡DE TIPOGRAFÍAS! En realidad, basta con una lo suficientemente flexible… Solo en algunos proyectos editoriales conviene usar tres: una familia de palo seco, otra con remates y una con un poco más de personalidad para recursos. Y una regla de oro que no debes olvidar, tenemos que buscar el contraste, combinar dos fuentes que se parezcan demasiado no es buena idea.
Ese tono jovencita
Las tipografías expresan. Son la voz del texto. Y eso es independiente de lo que pueda significar el texto. Así que es importante que el uso de la tipo no comunique algo que no quieres comunicar. Recuerda: los tipos de letra tienen significado por sí mismos, independientemente de qué palabras formen.
Open type para estar in love con la tipo
No olvides comprobar las opciones del menú OpenType que los programas de Adobe esconden tras el panel de carácter. Allí podremos ‘exprimir’ al máximo el rendimiento de la tipo y podremos activar o desactivar las funciones OpenType de las que disponga la tipografía que estemos utilizando, como pueden ser versalitas, numerales de estilo antiguo, ligaduras, etc.
Y tras estos consejos para elegir tipografías ¡A probar!
Lo decía El Titi, «el que lo prueba repite», así que asegúrate de que la tipografía funciona antes de terminar. Lo mejor es testearla generando pdfs antes de finalizar el trabajo, y como siempre, habla con el impresor.😉