Hoy es miércoles y, como viene siendo algo habitual, toca el post dedicado a ellos. Como aún no lo había tratado, el post de hoy se centra en las topologías masculinas: repasaremos cada una de ellas y descubriremos trucos para emular la tipología ideal.
Trapecio
Es la tipología ideal para el hombre. El cuerpo tiene la forma característica de esa figura geométrica. Es la tipología que tendremos como modelo para modificar a las demás. Por eso, no tenemos que modificar nada
Rectangular
Los hombros, la cintura y las caderas tienen el mismo ancho. El cuerpo del hombre no tiene ninguna forma. Para modificar esta tipología, buscaremos dar amplitud en la zona de los hombros con: líneas horizontales, jerséis de pico, hombreras, colores claros….
Triangulo invertido
Los hombros son mucho más anchos que las caderas. La típica silueta de un nadador profesional. Así que solo tendremos que modificar la parte inferior del cuerpo (de cintura para abajo). Para corregirlo, buscaremos dar amplitud en dicha zona usando pantalones anchos, pantalones de pinzas, colores claros…. Las camisetas con los hombros caídos (estilo rugby) son ideales.
Redondeada
Los hombros suelen ser caídos y con barriga. Para modificar esta tipología, primero estructuraremos los hombros. Las chaquetas y americanas con hombreras son una buena opción. Descarta siempre las camisetas de hombros caídos. Otra parte importante a disimular es la zona de la barriga. Una buena forma es utilizando camisas y americanas. Dependiendo el tamaño de la barriga, la camisa la pondremos por fuera o por dentro. Si tienes poca barriga la podrás llevar por fuera. En caso contrario, mejor llevarla por dentro.
Triangular
No es una tipología muy habitual ya que las caderas son más anchas que los hombros. Para modificar esta tipología, ensancharemos la zona de los hombros con: camisas muy estructuradas, cuello redondo, colores claros, hombreras…. Para la zona de abajo, buscaremos pantalones rectos y estrechos. Evitar los pantalones con muchos bolsillos y los colores claros en esta zona.
Ahora os toca analizar vuestro cuerpo y ver que tipología tenéis y empezar a utilizar los consejos del post.
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