Para un correcto funcionamiento de todas las partes de nuestra bicicleta es importante engrasar cada cierto tiempo los rodamientos y las juntas. Este engrase además de alargar la vida útil de los componentes, también hará que la bicicleta vaya más fina y sin crujidos. En el mercado vamos a encontrar varios tipos de grasas.
Grasas con teflón
Este tipo de grasa lleva como aditivo teflón. El teflón, además de aislar de la humedad tiene otra función muy importante, la de disminuir la fricción.
Estas dos características hacen que este tipo de grasa se utilice principalmente entre componentes con una gran superficie de contacto. Es la grasa indicada para utilizarla en los pivotes de las bicicletas de doble suspensión, o entre la potencia y la horquilla.
Pasta o grasa de montaje
Este tipo de grasa se utiliza sobre todo para aquellos rodamientos que van embutidos dentro de la bicicleta. Es una grasa muy utilizada para los rodamientos de los bujes de las ruedas.
Esta grasa va a crear una unión muy fuerte entre el rodamiento y el buje de las ruedas.
Pasta o grasa de fricción
Esta grasa tiene una serie de componenetes que hacen que no sea necesario un apriete muy fuerte entre dos componentes. Esta grasa es la indicada por ejemplo para echar en la tija, justo donde va a hacer fuerza la abrazadera.
De esta manera no habrá que apretar la abrazadera en exceso y estaremos protegiendo tanto la tija como el cuadro de la bicicleta.
Grasas de litio
Este tipo de grasa es la recomendable en aquellos rodamientos que van realizando un giro constante y continuado, por ejemplo los del eje pedalier.
Los componentes de esta grasa van a formar una película que va a favorecer el giro de dichos rodamientos.