He visto por ahí una bicicletas con estilos extraños y extravagantes, muy personalizadas a los estilos de cada quien. Sin embargo, un estilo diferente no hace que el cuerpo no vaya a tener dolores o malestares lumbares. Es agradable que cada persona adapte su bicicleta al estilo que más quiera, pero siempre debe pensar en que dicho estilo debe ser también cómodo para el cuerpo. En este sentido es que hoy queremos hablar de los tipos de manillares.
Un manillar permite acoplar la direccional al cuerpo de la bicicleta, por ende, si está mal ajustado o es más corto o largo va a ocasionar dolores en el cuerpo y malestar físico. Por ello es importante escoger muy bien el tipo de manillar que quiere adaptar. Hay 9 tipos de manillares, los cuales están pensados para los tipos de bicicleta, que mencionamos en un anterior artículo.
El primero de ellos y más común es el manillar plano. Se utiliza especialmente en bicicletas de montaña. Permite que el cuerpo mantenga una posición más erguida y recta, previniendo con esto posibles caídas.
El segundo es el manillar de dos alturas. Es muy similar al anterior, pero este se utiliza en bicicletas BMX, debido a que permite un mayor agarre. Su barra no es tan larga.
El tercero es el mustache. Con este manillar dejamos de lado los estilos más aventureros para centrarnos en estilos citadinos clásicos. Tiene una forma de bigote y permite que la espalda se mantenga erguida y rígida.
El cuarto manillar es el flat. Está pensado para que el peso del cuerpo recaiga en el sillín, evitando con esto dolores lumbares y dolores musculares en las piernas. El problema de este manillar está en que si no se ajusta a la altura adecuada, las rodillas pueden golpear las puntas.
El manillar curvo, por su parte, es una adaptación del manillar plano. Su tubo tiene una inclinación hacia atrás.
El siguiente es el manillar cuernos de toro, el cual está pensado para sacar la mayor fuerza del cuerpo. Se utiliza para pedalear levantado del sillín para así sacar la mayor posible de las piernas. Es muy utilizado en grandes competiciones internacionales.
El manillar de ruta, en cambio, está diseñado para ofrecerle al ciclista la posibilidad de cambiar de posición sin perder velocidad y fuerza. Tiene dos tipos de agarre dependiendo de cómo te sientas más cómodo.
De igual forma está el manillar de paloma. Esta forma permite un manejo de la bicicleta mucho más cómodo, porque la espalda se encuentra recta y en una posición de poco cansancio.
El manillar de pista es para los amantes de la velocidad en carreteras pavimentadas con muchas curvas. Su tubo está más inclinado hacia la parte inferior, por lo que permite mantener la aerodinámica cuando se corre por velódromos, por ejemplo.
De acuerdo con el tipo de bicicleta que tengas, estos manillares te darán una idea de cómo debes conducirla para evitar fatigas.