Revista Empresa

Tipos empresariales. El inteligente irresolutivo

Por Formación Y Control @FyControl

Tipos empresariales. El inteligente irresolutivo

Les temo. Les temo casi tanto como al tonto resolutivo. Les propones un asunto, le ven mil matices. Queda paralizado. Les ofreces una solución, pero como no es SU solución, no es LA solución. Suelen aplicar un truco que les funciona casi siempre. Tu les presentas un proyecto, una propuesta, y te dice: “es magnifico, pero ¿has contemplado este aspecto?”. Obviamente, no lo has contemplado, pero si lo hubieras hecho, habrían buscado otro. Le traes la nueva propuesta, pero como no hay solución perfecta, la nueva puede que lleve un poco más de tiempo, o de inversión, o de esfuerzo, o de lo que sea. Y ellos localizan ese fallo. Al tercer intento, te rindes. Tenían razón en todo lo que te criticaban, sin duda. Pero al final descubres que eso no importa nada, porque lo que estaba en discusión no era el proyecto, sino su incapacidad para tomar una decisión.

 ¿Y cómo bregar con este tipo de personas? Tuve un jefe que era el prototipo del personaje. Me pidió que buscara un nuevo diseño para las portadas de nuestros informes. Le presente tres, y las rechazó. Me pidió una cuarta. También tenia “peros”. Me sentía fuerte y me impuse: “ésta es la que va a ser”. Y fue. Si me hubiera sentido débil, le habría dejado las cuatro sobre la mesa, prometido encontrar una quinta, y me habría ido a tomar una cerveza, que suele ser la mejor solución con este tipo de personajes. Porque la apuesta terminé pagándola: en la siguiente evaluación de desempeño fui calificado como “persona que intenta imponer a los demás su personalismo”. El diagnóstico podía ser correcto, la causa que lo motivo, no.

Si tu interlocutor es inteligente e irresoluto, una buena opción es sobrecargar sus circuitos, proporcionándole elementos de estudio y decisión, siempre con gesto de admiración tipo “tú eres el mejor resolviendo esto”.

Y mientras, haz lo que tengas que hacer.


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