Hay muchas cosas que debes considerar al comprar una moto usada. ¿Qué tipo de moto quiero? ¿Dónde la busco? ¿Qué debo revisa o probar cuando compra una moto? Aquí hay algunos consejos.
– Decide qué tipo de paseo harás más seguido. De calle, tours, deportes, o alguna combinación. Este es el criterio más importante para considerar. Sé honesto contigo mismo, una moto de 1000 cc puede emocionarte mucho pero no servir tanto para andar en la calle.
– Cómprale la moto a alguien con buena reputación. Las ventas privadas pueden ser más baratas pero no tendrás ninguna garantía si la moto se descompone. Muchos vendedores que a eso se dedican ofrecen algún tipo de garantía o al menos te arreglan la moto si le pasas algo los primero meses. Si le vas a comprar a alguien privado pídele que te deje llevarla con alguien para revisarla. Gastar un poco más puede ahorrarte mucho dinero al final. Pide los papeles para saber que no fue robada.
– Revisa la moto tú mismo. Lleva algunas herramientas, lleva una lámpara y si se puede un multímetro.
Revisa el estado de la cadena. La cadena debe tener unos ¾ de movimiento (arriba y abajo), y los dientes del engranaje no deben evidenciar un daño o desgaste evidente. Trata de mover la cadena de lado a lado sobre el engranaje. Si está correctamente colocada, no debe moverse demasiado. Pídele a alguien que se siente en la moto y revisa que la cadena esté un poco ajustada al moverla de arriba abajo. Ten en cuenta que las cadenas se desgastan con el tiempo, pero los engranajes duran mucho más tiempo. Un engranaje muy desgastado indicará que es antiguo o está mal mantenido.
Las llantas no deben tener ningún tipo de daño o bulto. Las motos que andan en calle o carretera se les desgastan las llantas en medio, y si es una moto que anda en carreras o deportes se gastará más en los bordes.
Siéntate en la moto. Revisa el estado del freno y del clutch, la fuerza de las barras. Habrá signos de algún accidente si lo hubo. Podría haber rayaduras del motor, pedales o tubos de escape. Sostén el freno de mano y el rebote de la suspensión delantera. Se debe sentir uniforme y firme. Baja de la moto y revisa los tubos de las horquillas para detectar señales de corrosión, picaduras y petróleo; estas son señales de mucho uso y puedes tener problemas futuros.
Cuando revises las horquillas, pasa el dedo por el rotador del freno. Busca cualquier tipo de daño. Observa el calibre del freno para ver cuánto queda de las almohadillas. Si la moto tiene radios, revisa la condición general de cada uno. Para todos los tipos, busca la presencia de abolladuras o daño en la llanta.
Coloca la moto en su soporte central en caso de que incluya uno. Gira las barras de lado a lado. Siente la presencia de muescas o aspereza en el timón.
Revisa el esqueleto de ser posible; quita el asiento. Revisa las fascias, cualquier tipo de daño en estos, será mejor que les digan que lo arreglen o no comprar la moto en absoluto.
Mientras no tiene asiento, puedes revisar la batería, pícale al multímetro y revisa el voltaje; debe decir, máximo, doce volteos. Enciende el motor. El multímetro no debe decir más de 14 volteos con el motor encendido. Si dice más es una señal de que algo no esté bien y que debes desconfiar. También revisa las luces, quita un fusible o dos y busca si hay corrosión, también revisa las terminales de la batería y su estado. Después vuelve a poner el asiento.
Abre la tapa del tanque de gasolina y revisa algo de corrosión u óxido.
Revisa bajo la carrocería (si la moto tiene carrocería). Quita las piezas de carrocería que el dueño quita normalmente para dar mantenimiento. Revisa los puntos de soldadura. Inspecciona el estado general del bloque del motor, bujías y radiador. Revisa si hay fugas alrededor del filtro de aceite y el perno del cárter de aceite.
Revisa el estado del fluido del freno. Normalmente estará sobre el manubrio en un recinto con una ventana trasparente. Con el motor en marcha tira fuerte de los frenos delanteros y libera mientras ves el nivel del líquido. Debe caer y levantarse. Debería aumentar rápidamente al soltar el freno.
– Da una vuelta de prueba. Escoge un buen día con calles secas y buena vista de ser posible. Si tienes, lleva tu licencia y el equipo necesario. Algunos vendedores tendrán equipo para prestarte. Si es una tienda quizás te pidan firmar un seguro o si es privado quizás te pidan una identificación por seguridad.
Escoge un camino que conozcas, que tenga buena luz, no haya tráfico y este en las mejores condiciones posibles. Siéntela y acostúmbrate a ella.
Prueba los frenos. No deben sentirse con pulso. Es una señal de que los discos están deformados. Deben sentirse firmes, no esponjosos ni frenar de manera violenta.
Acelera a través de los engranajes. La transmisión debe sentirse firme y no resbalarse de los engranajes cuando aceleres.
Cuando pases por una recta zigzagea de derecha a izquierda un poco para ver cómo responde la moto. Se debe sentir estable y fácil de corregir.
Escucha a ver si hay algún ruido raro en el motor y la suspensión. Haz preguntas en lo que sea que tengas dudas.
– Vuelve a revisar la moto después de la vuelta de prueba para revisar cualquier fuga o goteo. Revisa el aceite cuando se enfríe. La mayoría de los aceites sintéticos o semi completos se oscurecerá después de unos pocos kilómetros. Eso es completamente normal.
– Pide un historial del servicio. Siempre es bueno tenerlo pero por distintas razones podrían no dártelo. Pídele el manual también.
– Sé realista al negociar el precio de la moto. Si es un vendedor privado puede sentirse ofendido al querer bajar el precio de su moto. Si es tienda, toma en cuenta que tendrá un jefe al cual rendirle cuentas. Busca en internet precios de motos similares para al menos asegurarte de que te están dando un precio justo.
Consejos
Necesitas un seguro, no es opcional.
Si estás planeando cambiar tu moto: ¡Lávala, límpiala, encérala!
Ten un historial de servicio verificable.
Investiga cuánto cuesta tu moto, no digas “lo que me den”.
Limpia bien la cadena, cualquier cosa puede ser motivo de querer devaluar la moto.
Obtén un historial de dueños anteriores.
Da una garantía.
Nunca tomes la primera oferta. Prepárate para regatear.
Advertencias
No compres una moto que no puedas manejar. Maneja dentro de los límites y la experiencia. Si tienes reservas acerca de la moto, no la uses.
Andar en moto es un riesgo. Prepárate. No compres la más barata.
Toma clases. Aún si has andado en moto por año, siempre es bueno actualizarse.
Pide siempre la documentación de la moto y referencias del vendedor para que estés seguro de que la motocicleta que adquieres no es robada; podrías meterte en líos por complicidad.