En este sentido, la mayoría de las teorías sobre consumo responsable toman en cuenta la consideración del impacto ambiental, desde el punto de vista del ciclo de vida del producto, el valor de los procesos de producción, transporte, distribución, consumo y residuos que deja. También, la determinación de la huella ecológica de nuestro estilo de vida produce, esto en base al consumo. Asimismo, conocer que tipo de empresas, productos y servicios respetan el medio ambiente y los derechos humanos.
Pero como todo se trata de hábitos, y en este proceso de aprendizaje somos muchos los interesados, les comparto algunos tips que nos ayudarán hacer esta tarea un poco más sencilla.
- Cuando compres un producto trata de aprender el hábito de leer en su etiqueta sobre su materia prima, proceso de manufacturación y si genera algún daño o injusticia social.
- Practicar las 3R: reducir, reciclar, reutilizar y antes de comprar tener en cuenta: respetar y reflexionar
- Adquiere productos de empresas social y ambientalmente responsables.
- Aprender a escoger el producto por el contenido y no por el envase, a veces entre más llamativo, es más grande de lo necesario y se paga más por él.
- Evita los productos de “usar y tirar” si no son estrictamente necesarios.
- Conoce tus derechos y obligaciones como consumidor para ejercer tu poder de comprar de manera informada y correcta. Sobre todo dónde puedes acudir si en alguna oportunidad necesitas hacer un reclamo.
- No consumas compulsivamente, asegúrate de que realmente necesitas lo que vas a comprar.
- Compra con inteligencia decidiendo responsablemente qué y a quién compras.
- Si te es posible recicla antes que comprar, y darle una vida nueva a otros productos mediante el reuso.
- Exige información para tomar una decisión responsable. Si es necesario llama o escribe a la empresa y solicítala.
- Compra productos de tu localidad para ayudar a dinamizar la economía de tu comunidad y a crear empleo.