Para celebrar el solsticio de verano, vengo a abrirme en canal.
Hace relativamente poco, salí del armario, espiritualmente hablando y anuncié que hago tiradas de tarot.
Conté, en mi cuenta de Instagram, que desde que tengo uso de razón me siento atraída hacia el “más allá” (por decirlo así ampliamente y sin centrarme nada en concreto) y que siempre ha habido algo ahí que me ha hecho sentir diferente.
No creas que veo espíritus ni nada de eso, pero sí estoy aprendiendo a canalizar cada vez más y mejor. Y es que ya hace algunos años volví a reconectar con esa parte de mí que había enterrado, no sé muy bien por qué.
El tarot ha estado siempre ahí
Me compré mi primera (y hasta hace un par de meses, única) baraja de tarot Rider con 19 años. En mi casa siempre había visto un libro de predicción del futuro con cartas de póker, pero a mí el tarot me resultaba muy atractivo.
Lo recuerdo perfectamente.
Salí de trabajar del Burger King que hay en Nuevo Centro (Valencia) y fui a un kiosko que había ahí mismo, en la planta -1. Me compré una caja en la que venía esta baraja y el libro con las explicaciones de las cartas y enseguida me puse a leer y a practicar.
Empecé a hacerles tiradas a mis amigas y acertaba tanto, que siempre venían a por más. Acabé cansándome de no poder seguir aprendiendo más y de que “me utilizasen” para eso.
Durante años, he tenido mi baraja de cartas bien guardada y no fue hasta el confinamiento que decidí sacarlas de su escondite, junto con otras muchas otras prácticas espirituales.
Tengo ejemplo en casa
Cuando en confinamiento saqué mi baraja de cartas, me puse a trabajar a través de audios de Whatsapp con mi madre, que también se dedica a esto. Entre las dos, íbamos interpretando tiradas, viendo diferentes visiones del conjunto de cartas, etc.
Digamos que tener con quien hablar del tema y seguir avanzando, me ayudó a que quisiera saber más y más.
Y la realidad es que, gracias a toda mi práctica espiritual y mi capacidad de canalización, mis interpretaciones son cada vez mejores. Obviamente, la práctica hace al maestro y en ese punto estoy ahora mismo.
Hace tiempo que ofrezco este servicio
Aunque hace muy poquito que yo lo anuncié por Instagram, la realidad es que atiendo a clientas a través de Whatsapp desde hace casi un año.
Y me gusta hacerlo en diferido, porque me quito la presión de la mirada o el tiempo que pasa hasta que yo me siento segura de transmitir el mensaje. A cada tarotista nos gusta hacerlo de una forma en concreto y esta es la mía.
Qué es el tarot para mí
Si quieres saber si vas a aprobar un examen, déjame decirte que no soy tu chica.
El tarot es para mí una herramienta de crecimiento personal. Es una manera en la que el universo te cuenta cuál es la energía que se está moviendo en este preciso instante y cómo acontecería todo, si esta energía se mantuviese.
Pero, ¿sabes qué?
Contamos con el libre albedrío, por lo que EL FUTURO NO ESTÁ ESCRITO. Las energías cambian y nosotros estamos en constante evolución.
Sí, hemos venido con una misión de vida, pero tenemos la capacidad de tomar decisiones. Y esa capacidad puede tener diferente intensidad según el día, porque hay infinitos factores que pueden afectar a tu energía.
Así que, ¿cómo debes coger el mensaje de una tirada de tarot?
Como un consejo, una oportunidad de crecimiento, un nuevo aprendizaje, una nueva forma de ver las cosas…
Código ético del tarot
Igual que veo tu energía, puedo ver la de tu pareja, la de tu madre, tu hija, tu vecina y la dependienta del supermercado, pero hay un código ético creado por una de las eminencias del tarot en España y que a mí me encanta seguir a rajatabla.
Tiene distintos puntos a tener en cuenta, pero el más llamativo y al que más tengo que recurrir es al de que no puedo ni debo, mirar energías de personas que no hayan dado su consentimiento.
No te imaginas la de personas que quieren saber qué hace su ex con su nueva pareja o qué tiene su padre entre manos.
Y aunque a mí me paguen esa tirada (como todas las que hago), me niego a hacerla porque sé que no está bien.
Miedo al tarot
Mucha gente dice que le da miedo estos temas, pero en realidad es una forma de canalizar los mensajes del universo, nada más.
No estamos invocando seres del bajo astral ni nada de nada. Es más, yo misma cuando tengo la energía bajita (y por lo tanto soy susceptible a cosas chunguis), me trabajo para subir esa energía o bien evito hacer cualquier práctica.
Se llama sentido común, vaya.
Pero el tarot en sí no es nada más que una forma de recibir mensajes del universo y dichos mensajes, lejos de dar miedo, han de servir para lo que he dicho antes: una oportunidad para hacer las cosas mejor.
Las tiradas que ofrezco
En estos momentos, ofrezco dos tipos de tiradas: las generales y las concretas.
En las generales se ven distintos aspectos de la vida muy muy por encima. A veces tan por encima que lo normal sería hacer una tirada concreta después del tema que más preocupe.
Y en ocasiones, si tienes claro qué quieres saber, con una concreta es suficiente.
Si quieres escríbeme por correo electrónico a [email protected], te doy mi Whatsapp y hablamos por allí para hablarte de precios y ver qué tirada sería la más adecuada para tu consulta.