Silo: Cartas a mis Amigos
"He aquí la gran verdad universal: el dinero es todo. El dinero es gobierno, es ley, es poder. Es, básicamente, subsistencia. Pero además es el Arte, es la Filosofía y es la Religión. Nada se hace sin dinero; nada se puede sin dinero. No hay relaciones personales sin dinero. No hay intimidad sin dinero y aún la soledad reposada depende del dinero. Pero la relación con esa “verdad universal” es contradictoria. Las mayorías no quieren este estado de cosas. Estamos pues, ante la tiranía del dinero. Una tiranía que no es abstracta porque tiene nombre, representantes, ejecutores y procedimientos indudables. Hoy no se trata de economías feudales, ni de industrias nacionales, ni siquiera de intereses de grupos regionales. Hoy se trata de que aquellos supervivientes históricos acomodan su parcela a los dictados del capital financiero internacional. Un capital especulador que se va concentrando mundialmente. De esta suerte, hasta el Estado nacional requiere para sobrevivir del crédito y el préstamo. Todos mendigan la inversión y dan garantías para que la banca se haga cargo de las decisiones finales. Está llegando el tiempo en que las mismas compañías, así como los campos y las ciudades, serán propiedad indiscutible de la banca. Está llegando el tiempo del Paraestado, un tiempo en el que el antiguo orden debe ser aniquilado.
Parejamente, la vieja solidaridad se evapora. En definitiva, se trata de la desintegración del tejido social y del advenimiento de millones de seres humanos desconectados e indiferentes entre sí a pesar de las penurias generales. El gran capital domina no solo la objetividad gracias al control de los medios de producción, sino la subjetividad gracias al control de los medios de comunicación e información".
Existe una larguísima tradición que se remonta a los poetas goliardos medievales donde se denuncia al dinero como el gran corruptor, como el verdadero poder detrás de todos los tronos, tanto los espirituales como los temporales. El "Codex Buranus", un manuscrito del siglo XIII (inspirador de la popularísima cantata "Carmina Burana" de Carl Orff) dice en uno de sus folios: "En la tierra rey supremo es hoy día el dinero / Al dinero admiran los reyes y de él esclavos se vuelven…/ El dinero hace la guerra y no le faltará paz, si le place.../ A todos es claro que el dinero reina en todos lados".
¡Cómo es posible que el mundo haya cambiado tanto y sin embargo las motivaciones más profundas continúen siendo las mismas! No deja de ser sorprendente que hace alrededor de 800 años atrás ya se considerase al dinero como una especie de panacea universal.
Tratar de entender la realidad actual de Siria sin tener en cuenta la crisis mundial corre el riesgo de simplificar demasiado las cosas. Podríamos decir: "¡Es el petróleo, estúpido!", Y sería, por supuesto, correcto, pero sólo parcialmente. ¿Recuerdan a Gaddafi? –sin duda no una buena persona, pero no peor que otros autócratas– cometió el mismo crimen que Saddam Hussein. Intentó desafiar la hegemonía del dólar, al proponer que las transacciones de petróleo se realicen con el Dinar de Oro, una moneda como el Euro pero para toda África. Esto era eminentemente realizable, en particular debido a que Gadafi estaba sentado sobre una grande y bonita pila de oro. También haría a África económicamente independiente y menos disponible para su explotación.
En el 2001 Libia era uno de los siete países nombrados por el ex comandante de la OTAN en Europa Wesley Clark como uno de los "objetivos" de los neoconservadores de US por estar, como lo fue Irak, fuera del control de la banca internacional. Fue el segundo en caer, luego llegó Siria, y le siguen Líbano, Somalia, Sudán e Irán. Cualquier país que insista en tener control de su propio dinero y desafíe al dólar como patrón de oro en sí mismo puede tener problemas en el futuro, a menos que sea, por supuesto, China y se guarde más dólares de los que circulan por todo el mundo.
Pero esas "revoluciones" para desenganchar de la tiranía del dolar no solamente ocurre en el Medio Oriente del petróleo. Suiza celebró un referéndum histórico sobre cómo debe crearse el dinero. Desgraciadamente, los votantes suizos rechazaron la iniciativa del "dinero soberano" un 26% a favor y un 74% en contra, pero abrió el debate sobre un mecanismo de violencia económica, y "Posittive Money Europe" continuará su campaña de concienciación sobre la forma en que los bancos privados crean el dinero de la nada de manera que contribuya al poder destructivo del capitalismo neoliberal.
Pero aunque se produce una rebelión contra el FMI en Jordania o Bélgica le diga no a los fondos buitres, en el día a día de las mayorías la realidad es muy distinta, debido a su tentación consumista, son esclavos de la lógica de la obligación de consumir, hipotecando sus vidas para comprarse objetos. Aún ningún relato puede competir con el ideal de ganar dinero para poder comprarse un buen smartphone o unas zapatillas de marca, todavía nada socavar la ideología consumista capitalista. ¿Habrá algún futuro donde esto sea posible? La ideología consumista atraviesa todas las capas de la sociedad, pero va al corazón de las clases sociales más vulnerables, induciéndolas a responder con pasividad y aceptación la explotación necesaria para que puedan, al fin, consumir. Así ofrecen su vida a cambio de la bolsa. En la mayoría de casos no hay nadie que les ponga un revolver en la cabeza para que decidan entre el dinero y su vida. Hay otro tipo de coacción que es el ideal consumista que se irradia entre las clases más débiles y los conduce mansamente a la explotación y a aceptar vidas que nada tienen que ver con la vida de la cual parten. Explotados por elección, y encima pobres. Así las cosas, a los poderosos no les interesa cambiar este status quo, aunque amaguen en hacerlo. Ello se evidencia en el es vergonzoso fracaso en los planes de seguridad alimentaria, migración forzada y desarrollo económico equitativo.
Ya no hay que ir a cazar a los esclavos, ellos vienen solos, porque hay un ideal que se encarna en la necesidad del dinero para poder consumir, y se apropia de las vidas de las personas y sus sueños.
Parecería ser que vivimos en una sociedad como "The Matrix", donde el dinero es real sólo porque creemos en él, pero las consecuencias de no tenerlo son bastante reales. Un niño que muere de malaria en África sufre de violencia económica, porque la cura ya existe, pero cuesta "dinero". Muchas personas están comenzando a ver a través de esta ilusión y están manifestándose y organizando picnics cerca de Wall Street y el Banco de Inglaterra preguntándose cómo comunicar a los demás la verdad sobre este engaño tan elaborado. Michael Moore comentó que los principales medios de comunicación son indiferentes o hacen silencio a este tipo de noticias. ¿Podría ser porque no hacen "dinero" con estas noticias o porque están ligados a las instituciones del "dinero"?
En la actualidad hay muchos artículos y videos en YouTube que intentan explicar cómo funciona el sistema monetario mundial mediante la creación de deuda, tales como "El dinero es deuda" por el cineasta canadiense Paul Grignon y muchos otros. Básicamente bancos privados emiten dinero para préstamos que no existe, pero luego la cancelación de la deuda se debe hacer con intereses que son dinero que NO ha sido creado. Esto lleva a la escasez, la inflación y la pobreza de una parte de la población para que otra parte pueda pagar esos intereses.
Aunado a los mecanismos psicológicos de adaptación social y los métodos convencionales de manipulación mental psicológica, que actúan a favor de la perpetuación de la esclavitud objetiva y subjetiva de la vasta mayoría de la población mundial que vende su fuerza de trabajo para subsistir, las nuevas tecnologías electromagnéticas de intrusión al cuerpo y cerebro humano le añaden una dimensión aterradora a la esclavización de la mente.Raúl Allain
Frente a las tecnologías de control mental, especialmente para todos aquellos que han podido escapar hasta cierto grado la manipulación mental generalizada, que han logrado mantener un mínimo de autonomía en su razonar y actuar, que han preservado su actitud crítica y su sentido de rebeldía y negación en relación a un sistema violador de la dignidad e integridad humana, el concepto libertad – opuesto a el de la esclavitud – adquiere un significado nunca antes imaginado.
Pensar o “ser pensado“, actuar o “ser actuado“, vivir o “ser vivido“ – esto es la cuestión.
Tal vez la caída en cuenta más importante es que el dinero, este artículo de fe ilusorio, ha transformado a todos los ámbitos de la existencia humana.