Tiritando...

o mejor dicho, temblando. Ya era hora. Meses después y en verano he devorado la obra que ha catapultado a Maggie Stiefvater y que tuvo sus reseñas de gloria en la blogosfera. Llegó su turno. Como dice el refrán, más vale tarde que nunca. Os adelanto que la espera ha merecido la pena.
Empezaré al revés aunque a estas alturas hay pocas cosas que no sepamos sobre ella. Comenzamos pues, con la portada. La adoro. Cumple perfectamente con su cometido, llama la atención pero no por tener estridentes colores, letras o dibujos. Es una portada-contraportada con clase. Hecha a medida. El interior, tampoco se queda atrás. Hojas que caen, ramas de árboles y un suave color azul.
Y ahora pasemos a la historia. Grace fue atacada, que digo atacada, arrancada literalmente del columpio de su casa por unos lobos salvajes. Tenía once años y pensó que había llegado su fin sin embargo, se equivocó. Uno de ellos la salvó, no recuerda casi nada de ese día tan sólo los ojos amarillos de su particular héroe.
Desde entonces, y ya han pasado seis años, está pendiente de su héroe lobuno que sigue observándola desde la distancia aunque en verano desaparece. En esa estación no se le ve el pelo (pelaje).
Pero claro, en este mundo de letras nada resulta ser lo que parece y los animales no son tales, sino licántropos. Nada de vampiros. Todo va bien hasta que un chico fallece, aunque no se encuentra el cuerpo, la culpa recae en la manada así, se prepara una partida de caza y Sam, nuestro chicho de ojos amarillos, resulta herido. Por fin conocerá a Grace (de persona a persona). Ya iba siendo hora. ¿Seis años de espera son muchos años verdad?.
Aunque claro, Sam no es humano eternamente. Su cambio de estado depende de la temperatura. A más frío más lobo, el calor es el único que puede hacerle volver a su forma original. ¿Encontrarán una solución que les permita estar juntos para siempre?.
Dejemos la pregunta en el aire y pasemos al resto de personajes y algunos detalles que me han gustado. Uno. Las marcas de Sam en las muñecas. Para nada imaginé su pasado. Dos. Uno de los mejores: Beck. Un hombre que ronda los cincuenta y que es el padre del protagonista a pesar de que no corre la misma sangre por sus venas. Tres. Me atrajeron desde el principio los secundarios, las dos amigas de Grace y la chica loba, Shelby, salvaje (algo perversa) como ninguna. También conoceremos a un matón de instituto y a la típica joven guapa y popular.
No hay mucha acción pues es una historia de amor que centrada en el ansiado encuentro entre sus personajes principales. Así, es como si llevaran seis años saliendo, hay rutina pero también pasión en su relación.
La verdad es que aunque haya tardado en leerla no pasa nada ya que la segunda parte saldrá en septiembre. Ya están disponibles los primeros capítulos. Los descubrí gracias a Matt, Lector Empedernido, y ahora que ya lo acabé me lanzaré a por esas primeras páginas. Seguro que quedo con ganas de más. ¡Saludos!Agradecimientos SM