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Antes de responder a la cuestión planteada me gustaría abrir un paréntesis de reflexión, acerca de lo habitual que resulta realizar actos aprendidos, automáticos y de un modo tan natural como los tirones de orejas a los que aludíamos, sin conocer ni interesarnos por el aquél de su significado...Tenemos que irnos hasta las creencias y reflexiones de Oriente para recordar, con ellos y sus tradiciones, que a medida que envejecemos siguen creciéndonos determinadas estructuras, como las orejas o la nariz. Es probable que a medida que me están leyendo recuerden aquellas esculturas de redondos budas de grandes orejas, elaborados con maderas policromadas, que con toda probabilidad habrán visto en puertas de algún establecimiento chino.Por eso, cuando por su cumpleaños tiramos de las orejas de un conocido, estamos deseándole que le crezcan de verdad, esto es: que alcance a vivir muchos años y, derivado del respeto y la veneración que los orientales sienten hacia sus mayores, también mucha sabiduría...