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Titanic

Publicado el 10 abril 2012 por Eldevoradordelibros
Cien años han pasado desde que ese gran transatlántico se hundió en las frías aguas cerca de Terranova. El Titanic se llevó más de mil quinientas vidas y dejó cientos de interrogantes aquella fatídica madrugada del catorce de abril de 1912. Hoy, en la semana en la que se conmemora el centenario, os dejo la reseña de un libro que tiene al gran palacio flotante como protagonista. Turno para El viaje del Titanic de Duncan Crosbie.

Titanic

El Titanic surcando los mares de Málaga. Es el desplegable que más me gusta.

Jack, de diez años, es uno de los pasajeros del Titanic. Le acompaña en el viaje su padre, su madre y su hermano. La familia ha decidido cambiar de rumbo y emprender una nueva vida en Estados Unidos. Todos están muy ilusionados, especialmente el pequeño de la familia, nuestro protagonista. Y es que, no es para menos, porque el barco es toda una ciudad flotante a la que no le falta de nada.
Ellos tienen pasajes de segunda clase pero gracias al señor Bell, miembro de la tripulación y amigo de su padre, conocerán el resto de zonas del barco, incluidas las lujosas estancias destinadas a los pasajeros de primera,quienes pagaban entre 1.700 y 49.000 euros por estar alojados allí. A este respecto, he de aclarar que esta última cifra parece no ser la correcta pues me parece muy excesiva la diferencia de precio entre uno y otro billete dentro de una misma clase. Los 49.000 euros podrían ser perfectamente 4.900 aunque no estoy segura de que se trate de una errata.
Jack hará también una nueva amistad, Annie, una chica que viaja en tercera clase. Conocerá también a otro pasajero, el padre Frank Browne, aficionado a la fotografía y cuyas imágenes del Titanic dieron la vuelta al mundo tras la tragedia.
Pero como todos sabemos, los sueños de Jack y de su familia están a punto de sufrir un giro muy importante pues el quince de abril el Titanic chocó con un iceberg lo que hizo que aquel gran gigante, al que muchos creían insumergible, se hundiese en muy pocas horas.
El libro está destinado a un público a partir de los ocho años por lo que yo me imaginaba que encontraría en sus páginas un Titanic para niños, muy infantil, pero nada más lejos de la realidad porque bajo mi punto de vista, un niño se perdería fácilmente por sus páginas si no lo lee acompañado de un adulto porque, pese a estar muy bien explicado, hay palabras que probablemente desconozca.
Así, lo veo ideal para pequeños lectores acompañados de sus padres a los que les guste el mundo de los barcos, ya que otro niño quizá se entretendría con él un ratito y no más, y, por supuesto, a aquellos amantes de la historia del transatlántico, como es mi caso, que disfrutarán como niños con sus maravillosos desplegables, las fotos reales y las ilustraciones.
La historia de Jack y su familia, así como del resto de pasajeros que se mencionan, sabe a poco. He buceado por la red en busca de más información sobre las personas que en el libro aparecen porque aunque nuestro personaje es ficticio, si que hay personajes reales. Así, he encontrado un poquito de todos los pasajeros nombrados menos de Walter Belford de quien en la obra se dice que era un panadero que saltó al agua y logró resistir al frío gracias al alcohol, pero el cual parece que fue, verdaderamente, un hombre que se aprovechó de la situación pues no existe constancia de que realmente fuese en el Titanic. Parece ser que le confunden, a menudo, con Charles John Joughin.
El libro vio la luz en España en octubre de 2007 pero la editorial lo ha relanzado bajo una edición plateada para conmemorar el centenario y recopilar, en parte, ese cúmulo de hechos que hicieron que el gran buque desapareciese en el mar.
Sabía que lo iba a disfrutar. Me fascina la historia del barco desde que tengo uso de razón. Siempre he sentido una gran curiosidad no solo por el Titanic en sí, que también, sino, y sobre todo, por las vidas de los que viajaban en él.
Este libro es el único que hay en mi estantería sobre el transatlántico pero no el primero que he leído, si bien es verdad que casi todo lo que sé, es fruto de los diversos documentales que he visto y de algunas páginas web que hay sobre el tema así como, por reportajes publicados en distintos medios.
Con esta obra pues, inauguro en mi estantería el hueco reservado para los libros que contengan en sus páginas un trocito de la historia del Titanic, de ese transatlántico que lleva ya cien años descansando en esa especie de tumba de arena y mar. Saludos, devorador@s.
Agradecimientos Bruño

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