Que el título no te engañe, DiCaprio no resurge de las profundidades para comer cerebros de náufragos, aunque sería más interesante que un tsunami de icebergs atacando a un Titanic actual con incoherentes, estúpidas y vergonzantes consecuencias. Mejor hubiera sido meter un maremoto de tiburones, u otro animal marino asesino, al menos habría tenido su punto de originalidad y de gracia, pero en lugar de eso aburre hasta la saciedad y ni siquiera lo mal hecha que está te motiva para burlarte de ella en los escasos ochenta minutos que dura este bodrio de película.Mi puntuación: 1/10