Los restos de la proa del Titanic en las profundidades
Errores, falta de material, un sentimiento de invencibilidad y el orgullo fueron unas desafortunadas condiciones que se unieron para mandar al fondo del océano a la vanguardia de la tecnología de aquella época. Adentrémonos un poco más en las acciones que dieron como consecuencia su hundimiento.
Las casualidades que llevaron al desastre
El primero fue su diseño. Los mamparos estancos debían llegar hasta un par de cubiertas por encima de lo que fueron construidos, pero decidieron hacerlos más bajos para mayor disfrute de los pasajeros. Si hubieran conservado el tamaño del diseño, hubiera retrasado el tiempo que tardo en hundirse el barco, permitiendo la llegada del Carpathia a tiempo de rescatar a más gente.
Originalmente iba a llevar más botes salvavidas, pero antes de su primer y último viaje decidieron dejarlos solo en los 24 que exigía el reglamento. Esto se debió a que en la White Star Line creían que ver tantos botes no daba “seguridad” a los pasajeros.
El Titanic en los astilleros Harland and Wolff
Uno de los directivos de la naviera Bruce Ismay, que viajaba a bordo, insto a llevar el Titanic a su máxima velocidad para ser el trasatlántico más rápido en hacer la travesía intercontinental. Pese a los avisos de avistamientos de icebergs, no redujeron la velocidad, lo que impidió esquivar a tiempo el gran bloque de hielo.
Los telegrafistas que había a bordo no eran parte de la tripulación, sino trabajadores de la compañía Marconi. Cobraban por mensajes mandados. Esto provoco que algunos avisos sobre avistamientos de icebergs que no llegaban la clave de urgente, fueron dejados aparte hasta que fueron entregados tarde y a oficiales de bajo rango del puente, sin asegurarse de que llegase al capitán Edgard John Smith.
Un barco cercano, el SS Californian, aviso por telégrafo al Titanic de que habían parado las maquinas debido al riesgo de choque con bloques de hielo. El telegrafista Jack Philips le respondió que se callase y le dejará trabajar. El buque apago su telégrafo, de esta forma cuando mando señales de rescate, no puedo oírlas, pese a que se encontraba a 10 millas (1 hora de navegación) del gran trasatlántico.
Fotografía de una de las listas del Titanic, esta correspondía a la tercera clase
Un iceberg de ese tamaño nunca llegaba tan al sur, en cambio este llego más allá de lo previsto y con un tamaño inimaginable para esa zona.
Los vigías no disponían de prismáticos para poder otear el horizonte en busca de obstáculos. Esto junto a que el Atlántico estaba en calma, lo cual impedía ver como las olas rompían sobre el iceberg, provoco que no pudieran avisar a tiempo sobre su presencia.
Al detectar su presencia, en vez de embestir el bloque de hielo, lo cual le hubiera permitido seguir navegando, dañado, pero navegando, decidió tratar de esquivarlo. Al parar las maquinas para dar marcha atrás, las hélices se detuvieron provocando que le faltase empuje al timón para ayudarlo a girar. Todo esto provoco que pasará tan cerca del mastodonte helado que presiono las placas de acero bajo la superficie, sometiéndolas a tal tensión que las rasgaría como una hoja de papel.
Al Titanic le faltaban las bengalas de auxilio, y en su lugar tiraron fuegos artificiales. Algunos barcos cercanos que no disponían de telégrafo creyeron que estaban de fiesta, porque sabían que navegaba por allí un gran trasatlántico y no acudieron en su ayuda.
Inicialmente los botes fueron arriados sin llegar a estar llenos, permitiendo así que sus pasajeros, en mayoría de alta clase, no estuvieran apretados. Así solo pudieron subirse 711 personas, pese a que su capacidad total llegaba a las 1.178 plazas.
Replica de un billete para el primer viaje del Titanic
Legado
Después de este desgraciado acontecimiento, el mayor desastre marítimo en tiempo de paz, se cambiaron las leyes para incorporar más seguridad en este tipo de embarcaciones. Hasta entonces un barco llevaba botes salvavidas en función de su tonelaje. Posteriormente lo cambiarían para que cubriera a todos los pasajeros que transportase el buque.
Curiosidades
El Titanic fue uno de los primeros barcos en usar la nueva señal de auxilio, el SOS. Se le han dado muchos significados a estas letras, pero uno de los más extendidos es que son las siglas de Save Our Souls (Salven Nuestras Almas). El significado dicen que se da porque al llegar el Carpathia a rescatar a los supervivientes, los pasajeros de este vieron tal desolación y pérdida de vidas que se pusieron a rezar por las almas de los difuntos.
El primero en llegar, el buque Carpathia
El acero del Titanic aún hoy en día es valioso, y no solo por motivos históricos. Después de las dos bombas atómicas que Estados Unidos lanzo sobre Japón para terminar con la Segunda Guerra Mundial, todo el hierro que había sobre la superficie de la tierra se vio impregnado de radicación. Aunque esta es pequeña, para fabricar los contadores Geiger se necesitaba hierro sin contaminar. Este solo se puede encontrar en los barcos hundidos a suficiente profundidad para que no le afectase esta radiación. De esta forma, desde la muerte el Titanic sigue ayudando.
La cubierta del Titanic vista desde un mini submarino
En la película Los cazafantasmas (1984), un Titanic fantasmal (la abertura del casco era mayor de lo que en realidad fue, debido a que aún no se habían encontrado sus restos) llegaba por fin al puerto de Nueva York, ante lo que un supervisor del puerto dijo: “No se, es mejor tarde que nunca.”
La tragedia escrita 14 años antes
Futility es un libro que escribió Morgan Robertson y fue publicado en 1898. Esta novela de ciencia ficción trataba sobre un buque británico con capacidad para 3.000 personas, 800 pies de tamaño y 24 botes salvavidas (lo mismo que el Titanic). En su viaje inaugural en abril de 1912, chocaba a medianoche contra un iceberg y se hundía llevándose consigo a 2.000 personas. El barco de la obra se llamaba Titan.
Conjunto de fotografías que muestran como esta la parte delantera del barco
La leyenda, el mito
Un gigante de la tecnología, un coloso insumergible, el mayor logro de la ingeniería llevado al oceano. Todo esto era lo que ofrecía y anunciaba la White Star Line sobre su lujoso buque.
Su historia, como todas las grandes tragedias, empieza con la prepotencia de sus creadores, el orgullo de sus dueños y la confianza ciega en la tecnología. Unido a un sistema anticuado en su reglamentación de seguridad provoco la gran desgracia de la que ya se cumple su primer centenario.
Esta tragedia elevo a un barco a la categoría de leyenda. Muchos mitos se han contado sobre el buque y sus sucesos, momentos heroicos entre los pasajeros, gente que afronto su destino final con valentía y grandes cobardes que solo pensaron en si mismos.
Hoy en día aún despierta emociones y curiosidad entre la gente, todo lo que se relaciona con el sigue causando fascinación.
El gigante de metal solo vivió 3 años (desde que se inicio su construcción, hasta que se hundió), pero su mito se ha hecho inmortal.
Daniel Acebes Velasco
Escritor y monologuista cómico por afición. Con mis propias visiones de la vida cotidiana en "Lo que nunca te dije", un blog dedicado a reflexiones interiores.