Una interrogante titánica aprisiona a cientos de fieles de la taquillera “Titanic”, es que James Cameron, director y guionista del film, no tuvo mejor idea que matar a su estrella principal, un ignoto Leonardo DiCaprio por aquel entonces, arrojándolo en profundas y gélidas aguas del océano atlántico, desde allí emergió la discusión perfecta, ¿pudo haberse salvado el galán pintor de clase trabajadora?
Escribo específicamente sobre la memorable escena donde Jack Dawson y Rose DeWitt Bukater, ya en pleno naufragio, hallan un panel de madera flotante, y como todos sabemos el desenlace, el protagonista salva a su amor al dejarla reposar en solitario en dicho madero, hecho que convirtió a DiCaprio en un inmortal príncipe azul del congelamiento.
El dilema de esta secuencia nace, porque muchos sostienen la teoría, que » la especie de puerta salvadora de Rose», era lo suficientemente grande como para que hubieran cabido ambos, hubo todo tipo de polémicas alrededor de este acto de muerte por amor, inclusive se hicieron chistes aludiendo al sobrepeso de Kate Winslet, “Dawson no se salvó por tus kilos extras”.
El tópico vuelve al tapete por Céline Dion, a más de dos décadas del estreno sobre el hundimiento más famoso, la cantante del clásico, “Mi corazón seguirá adelante”, dio a conocer su parecer en “el late night de Jimmy Fallon”, al afirmar que Jack se encontraba casi congelado y sin fuerzas para subir a la tabla. Además ironizó con un, “que esperabas, una invitación», ¡hazte un lugar y sube!
La artista canadiense con esta postura, un tanto bastarda para el personaje de DiCaprio, agigantó la grieta y caló hondo en los detractores, en su mayoría detractoras, que defienden a ultranza y critican hasta el hartazgo la «No Salvación de Jack Dawson», aún siguen añorando, las viudas cinéfilas de este entrañable personaje, con la resurrección de Leonardo, en una futura y esperada Titanic 2.
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