Revista Libros
Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en www.ciberanika.com
Lumen, Febrero 2012
Género: Ensayo - Reportaje
418 páginas
El 15 de abril de 1912 los telégrafos de todo el mundo se hacían eco del fatal hundimiento del Titanic.
Hugh Brewster, un experto dedicado a la investigación del caso, describe en este libro la vida de los hombres y mujeres que viajaban a bordo del transatlántico.
Brewster lleva al lector al interior de aquel majestuoso hotel flotante de la mano de sus protagonistas: el artista y escritor Frank Miller, los millonarios John Jacob Astor y Benjamin Guggenheim, lady Lucy Duff Gordon, una de las damas que marcaban la moda del momento…
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Hoy se cumple el primer centenario del hundimiento del Titanic, un hecho que conmocionó al mundo y que aún hoy sigue haciendo correr ríos de tinta y de celuloide.
La tragedia que acabó con la vida de más de 1.500 personas marcó también el ocaso de una sociedad que caminaba sin saberlo hacia la Primera Guerra Mundial, como si fuese un presagio de todos los males que aún estaban por llegar.
Hugh Brewster lleva años investigando el hundimiento del Titanic. En 1986 formó parte del equipo de Robert Ballard, el primero que logró acceder con un submarino a los restos del trasatlántico y filmar las primeras imágenes. Desde entonces su interés no ha menguado, y buena muestra de ello es este trabajo.
Es cierto que existen multitud de ensayos y novelas sobre el tema, pero la originalidad de éste radica en su contenido. Hugh Brewster ha optado por un enfoque novedoso: contar al lector quiénes eran los pasajeros del barco y qué circunstancias los habían llevado hasta allí, especialmente a los de primera clase.
Millonarios, magnates, damas de postín, artistas y vividores, formaron parte de los 329 pasajeros de primera que viajaban en el Titanic. Aquí nos encontramos con personajes con nombres y apellidos, cuyas historias el autor desgrana para nosotros.
Con gran lujo de detalles, nos habla de los decorados, la comida, la vestimenta o las costumbres de una sociedad que asistía al declive de la llamada Edad Dorada. Aquí no se trata de personajes anónimos o ficticios que sufren una tragedia, aquí hablan las voces de los supervivientes y de muchos que perecieron bajo las aguas pero que lograron dejar por escrito algunas de sus experiencias a bordo del barco (en forma de cartas o telegramas que más tarde serían de gran valor histórico).
Hugh Brewster inicia su andadura con el Titanic y a través de sus protagonistas va narrando cómo se desarrollaron las jornadas hasta la fatídica noche del quince de abril, cuando un iceberg se interpuso en el camino del barco más famoso de la Historia.
De ahí, siguiendo a esos mismos personajes, explica las labores para abandonar el barco, y cómo cada uno de ellos fue afrontando la situación. La reconstrucción de los hechos se basa en los testimonios de los más afortunados, algunos de cuyos comentarios aparecen entre comillas.
Aunque es cierto que hay multitud de personajes y de historias similares, poco a poco el lector va reconociendo y asimilando a muchos de ellos, cuyas trayectorias se van entrecruzando a lo largo de todo el relato. El libro, además, se acompaña de fotografías, a las que es inevitable acudir para ponerle cara a unas personas que vivieron una auténtica pesadilla.
Este libro es un impresionante trabajo de documentación, donde el autor incluye una serie de apéndices, como cartas, o una bibliografía completísima. Además de ello, incluye al final una pequeña biografía de los supervivientes, para que el lector sepa qué fue de ellos tras aquella fatídica noche.
Nombres, apellidos y sueños tiene en este libro un rostro que les acompaña. Algunos lograron sobrevivir, otros descansan bajo las frías aguas del Atlántico. Todos ellos reciben en este libro su homenaje. Incluso aquellos que no se nombran.