Adornos de escudo en España
Todos los tratadistas coinciden en que no existía precedencia alguna entre estos primeros “Grandes”, ya que el protocolo los situaba en el orden en que iban llegando. Estos veinticinco títulos y algunos más, cuya grandeza fue también reconocida en el transcurso del reinado del propio Carlos y en el de su hijo Felipe II, son los que serían conocidos como Grandes de Primera Clase, cerca de 40 a finales del siglo XVI. Ni que decir tiene que, salvo raras excepciones, como el caso de los descendientes de Colón (Duques de Veragua, concedido en 1537), estos ilustres personajes representaban a los más poderosos clanes nobiliarios medievales españoles y acumulaban un enorme poder territorial y económico.En el siglo XVII varios títulos más fueron recibiendo el alto honor que representaba la Grandeza tales como el Conde-Duque de Olivares o el Conde de Oñate.Con el advenimiento de los Borbones al trono español, se otorgó la Grandeza de España a varios Pares de Francia que ayudaron a Felipe V durante la Guerra de Sucesión, desde entonces los monarcas españoles han continuado concediendo, con mesura, esta alta distinción a destacadas personalidades de la nobleza y de la vida pública nacional, como por ejemplo la concedida por Juan Carlos I al que fuera presidente del gobierno durante la transición a la democracia, Adolfo Suárez junto con el título de Duque .En el siglo XIX dejó de hacerse diferenciación entre los Grandes de Primera Clase y el resto de los poseedores de esta dignidad, siendo también en ese siglo en el que más aumentó el número de Grandes concediéndose esta elevada dignidad a diversas personalidades políticas y militares.No obstante se sigue considerando a los célebres 25 primeros, a quienes también se conoce como “Grandes de Inmemorial”, como la cabeza del estamento nobiliario español y aunque sus prerrogativas honoríficas sean hoy en día las mismas que las del resto de los grandes, su estimación como representantes de los más grandes y poderosos linajes de la España bajo medieval continúa intacta.El título de Grande de España, como el resto de títulos nobiliarios, estuvo legalmente abolido durante la Segunda República Española mediante el Artículo 25 de la Constitución de 1931.La legislación nobiliaria se restauró en 1947 con la promulgación de la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, en la que según su artículo 1, España se declara constituida en reino y en su artículo 2 establece: “La jefatura del estado le corresponde al Caudillo de España y de la Cruzada, Generalísimo de los Ejércitos Don Francisco Franco Bahamonde”, desde entonces Francisco Franco se arrogó el derecho de reconocer y conceder títulos nobiliarios.La Constitución Española de 1978, en su artículo 62, reconoce al Rey el Derecho de Gracia, al amparo del cual se desarrolla la vigente legislación española en materia de títulos nobiliarios.Aunque la dignidad de grande se asocia tradicionalmente a los duques, puede acompañar a los títulos de marqués, conde, vizconde, barón y señor, incluso en algunas ocasiones puede poseerse esta dignidad por sí misma, es decir sin estar adscrita a un determinado título nobiliario.Los Grandes de España, sus consortes y sus hijos primogénitos tienen tratamiento de Excelentísimos Señores; los hijos no primogénitos de los “Grandes” reciben el tratamiento de Ilustrísimos Señores.En la actualidad cerca de 400 títulos nobiliarios ostentan la Grandeza de España, aunque el número de “Grandes” es menor, ya que varias Grandezas de España están en posesión de un mismo individuo (i. e. los Duques de Alba, los Duques de Osuna o los de Medinaceli, entre otros, poseen varios títulos con Grandeza).Revista Cultura y Ocio
La Grandeza de España es la dignidad máxima de la nobleza española, inmediatamente después de la de Infante de España, que es la que corresponde a los hijos del Rey y a los hijos de los Príncipes de Asturias.Los Grandes de España son considerados como los sucesores de los antiguos Ricos hombres de los reinos de Castilla y de León así como de las Coronas de Aragón y de Navarra, y es, en sí misma, la más elevada dignidad nobiliaria que existe en España y en Europa, tras los miembros de las casas reales, sus honores y privilegios los anteponían a los Príncipes Mediatizados del Imperio, a los Pares de Francia y los del Reino Unido (peers).Aunque desde el advenimiento de la dinastía Trastámara en 1369 se venía llamando “Grandes” a los más poderosos jefes de las grandes familias feudales castellanas y a las ricas casas fundadas por los segundones de la estirpe real, el origen de la Grandeza de España, tal y como hoy la conocemos, se sitúa en el reinado de Carlos I.En 1520, tras su coronación como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V, hizo una diferenciación definitiva entre los simples Títulos (los poseedores de un título de nobleza) y los Grandes (merced que concedía el soberano y acompañaba al título nobiliario), otorgando el tratamiento de primo a los grandes de España y el de pariente al resto de títulos, junto con el derecho de “cobertura”, es decir el derecho a permanecer con la cabeza cubierta en presencia del rey (de ahí la tradicional fórmula de concesión de la dignidad: ¡Cubríos!), entre sus prerrogativas también se encontraba el poder sentarse en presencia de los reyes o no poder ser detenidos salvo por expresa orden del Rey.En ésta primera distinción de 1520 fueron reconocidos como Grandes 25 poseedores de los más antiguos y principales títulos nobiliarios españoles de aquella época y que son:Duque de Alba Duque de Alburquerque Duque de Arcos Duque de Béjar Duque de Cardona Duque de Frías Duque de Gandia Duque del Infantado Duque de Medina-Sidonia Duque de Medinaceli Duque de Nájera Duque de Segorbe Duque de Villahermosa Marqués de Aguilar de Campoo Marqués de Astorga Marqués de Denia, subrogada en la del Duque de Lerma Marqués de Priego Marqués de Villena y Duque de Escalona Conde-Duque de Benavente Conde de Cabra Conde de Lemos Conde de Lerín, se incorporó después a la Casa ducal de Alba Conde de Melgar, subrogada en la del Duque de Medina de Ríoseco Conde de Miranda del Castañar, subrogada en la del Duque de Peñaranda de Duero Conde de Ureña, subrogada en la del Duque de Osuna.