
Estuvieron muy perseguidos en El Corte Inglés, Galerías Preciados o el Fnac, pero había un vacío legal imperante.
En su época hubo muchos anteproyectos legales para impulsar leyes de Violencia de Vinilo, pero el Tribunal Constitucional las echó todas abajo.
Es por ello por lo que muchos minoristas optaron por tomarse la justicia por su mano y alguna galleta caía.
Hoy en día están desaparecidos y ocultos por la crisis de ventas en fisico, pero solo en apariencia. Ahora han trasladado su ecosistema a sus casas y desde allí descargan la música.
Y ya estaria... Difundid la palabra